Tres jóvenes, dos vecinos de Pamplona/Iruña y otro de Sangüesa, han sido detenidos por la Policía Foral después de que dos de ellos intentaran evitar el arresto del tercero, que obstaculizaba la circulación en una calle de la capital navarra.
Los detenidos, según ha informado el Gobierno de Navarra en un comunicado, están acusados de agredir a uno de los agentes, resistencia y desobediencia, así como de causar daños a un vehículo policial, aunque el que obstaculizaba el tráfico será también objeto de una sanción por infringir la normativa de seguridad vial.
Los hechos tuvieron lugar ayer cuando agentes de la Policía Foral que prestaban servicio en Pamplona observaron a un hombre, acompañado por otros dos, que simulaba disponerse a cruzar una calle, por lo que los vehículos que circulaban por ella se detenían para permitírselo, aunque entonces ni siquiera intentaba atravesar la calzada.
Después de que repitiera varias veces la maniobra los policías se acercaron con el objeto de identificarle, pero él se negó a entregar sus documentación y agredió a uno de los agentes antes de tratar de huir, lo que fue impedido por los policías, según dicha fuente.
Al ver que iba a ser detenido, las dos personas que le acompañaban trataron de evitarlo e hicieron caso omiso a las indicaciones de los policías forales, a los que insultaron mientras eran arrestados.
Uno de ellos, además, causó daños en el vehículo en el que fue trasladado a la comisaría de Pamplona.
Los detenidos son G.R.S.M, de 23 años, y P.S.M., de 28, ambos domiciliados en Pamplona, y D.R.F.O., de 30 años, vecino de Sangüesa.