Más de trescientos establecimientos han sufrido daños y desperfectos durante la jornada de huelga celebrada ayer en Pamplona, según ha dicho la presidenta de la Federación de Comercios de Navarra, Elisabeth Azcárate.
Estas afirmaciones las ha realizado la representante de los comerciantes tras mantener un encuentro del Observatorio del Comercio Minorista con el alcalde de la ciudad, Enrique Maya, y el portavoz del Gobierno y consejero de Cultura, Turismo y Relaciones Institucionales, Juan Luis Sánchez de Muniáin, para valorar los daños causados durante la jornada de paro en la ciudad.
Azcárate ha destacado que más de 300 comercios y establecimientos, sobre todo del Ensanche y el Casco Viejo, han sufrido desperfectos y daños que no creen que vayan a cubrir los seguros, por lo que ha pedido al Gobierno Foral y al Ayuntamiento que estudien la posibilidad de ayudas al sector.
La presidenta de la FCN ha comentado que todavía no han hecho una valoración económica global de los desperfectos, pero las asociaciones de comerciantes, en colaboración con el Ayuntamiento, van a intentar hacer una evaluación valoración precisa “de los daños, de la limpieza de pintadas y demás desmanes que hemos sufrido en las fachadas, y de la pérdida económica que hemos sufrido, que es muy importante”.
Por su parte, el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, ha calculado en 108.000 euros los daños ocasionados en el mobiliario urbano y el coste de los servicios de limpieza en edificios públicos. El consistorio ha informado en un comunicado de que está estudiando la posibilidad de reclamar ese coste a los convocantes de la huelga general de ayer.
El Ayuntamiento estima, en una primera valoración económica, que unos 54.000 euros serán para la limpieza general de la ciudad (calles, pavimentos y pintadas en paredes); 30.000 euros a limpieza de señales y semáforos; 14.000 a limpieza de alumbrado público; 7.000 euros a limpieza de mobiliario público y 1.600 a limpieza en zonas verdes.
Además, el Ayuntamiento deberá reparar, con un coste en torno a los 1.400 euros, los cristales rotos en la Casa Consistorial y la cerradura de una Escuela taller. Asimismo se tendrán que limpiar las pintadas realizadas en el exterior de la Casa Consistorial.
El Ayuntamiento calcula que la cantidad de pintadas llevadas a cabo en la jornada de ayer y en los días previos a la huelga equivalen a las registradas en un año entero en Pamplona.
Durante la mañana de hoy, el personal y los medios disponibles de los servicios de limpieza, alumbrado, mobiliario y zonas verdes trabajan en la limpieza de las calles de la ciudad y en la reposición de elementos dañados.
La eliminación de las pegatinas de las vallas de la ciudad, de las farolas o de otros enseres de mobiliario urbano y la necesidad de utilizar decapante para ello conllevará en muchos casos una nueva inversión económica para adecentar o repintar esos elementos.
En los 30.000 euros del coste de la limpieza de señales y semáforos se incluyen unos 9.600 euros ya gastados en los días anteriores a la jornada de huelga para limpiar más de 600 señales, semáforos o cajas de regulación.
A estas cifras se añaden en torno a 2.700 euros en concepto de horas extra que tuvieron que realizar los miembros de la Policía Municipal de Pamplona en la jornada de ayer.
El consejero Sánchez de Muniáin ha denunciado por su parte que ayer “sufrieron asaltos y agresiones” los bienes de comerciantes y hosteleros y en algún caso se llegó a “la agresión física”.
En ese sentido, el consejero ha declarado que ayer “se vivieron dos hechos diferentes: uno es una legítima jornada de huelga convocada por las organizaciones sindicales y otro, el de quienes aprovecharon esa jornada de huelga para causar destrozos y agresiones en el comercio”.
El Observatorio del Comercio Minorista ha aprobado en la reunión de hoy un comunicado en el que señala que ayer estuvieron en las calles “los huelguistas que reivindicaron sus derechos respetando los bienes públicos y particulares”, pero también “las personas que, amparándose en las acciones de piquetes, atentaron contra bienes y amenazaron y coaccionaron a empresarios y trabajadores”.
Al respecto, el Observatorio condena “los graves ataques que ayer sufrieron empresas y comercios de toda la Comunidad y especialmente en Pamplona” y subrayan que “este tipo de agresiones y destrozos suponen un importante lastre para la economía del sector comercial y hostelero, que da empleo directo a más de 60.000 personas en Navarra y que actualmente está pasando por una delicada situación debido a la crisis económica”.
Esos hechos “suponen un daño irreparable a la imagen de la ciudad y de Navarra en su conjunto”, resalta el Observatorio, que considera que estos ataques “son totalmente injustificables e inadmisibles” y que “la violencia y la imposición que se pretendió por parte de algunos manifestantes atentan contra la libertad y el respeto a personas y empresas”.
“Ante la actual situación de crisis económica que atraviesa la sociedad en general y el sector comercial y hostelero en particular, la sociedad navarra no puede permitirse un ataque contra uno de los principales de generación de economía y empleo de la Comunidad Foral”, concluye el Observatorio.