El número de inmigrantes empadronados en Pamplona se ha reducido en 939 en los seis primeros meses del año, hasta situarse en 24.269 personas, un 12,2 % de la población, según consta en el XX Informe de Inmigración del Ayuntamiento de la capital navarra.
El informe, que ha sido presentado hoy en conferencia de prensa por la concejala de Participación Ciudadana, María Caballero, y el sociólogo municipal, Gregorio Urdániz, apunta a varias causas posibles para este descenso, la primera de ellas el aumento de las nacionalizaciones, que entre enero y junio ascendieron a 607.
Desde 1992, el número de nacionalizaciones en Pamplona ha sido de 10.225, y durante 2011 ascendieron a 1.613.
Más del 43 % de las nacionalizaciones tienen como protagonistas a ecuatorianos y casi tres de cada cuatro se producen con personas nacidas en Ecuador, Colombia, Perú y República Dominicana.
Por otra parte, en los seis primeros meses del año tiene lugar el proceso de regularización de empadronamientos, en el que se da de baja a aquellos inmigrantes que no actualizan su situación, y además, ha destacado Urdániz, la crisis económica está haciendo que algunos inmigrantes vuelvan a sus países de origen, sobre todo en el caso de los sudamericanos.
Por primera vez, ha indicado el sociólogo municipal, parece que se detiene el flujo de llegada de inmigrantes a Pamplona y que su número incluso comienza a descender, ya que se ha llegado a una cifra de 24.269 cuando la misma se había mantenido estable en los últimos años entre los 24.800 y los 25.200.
El informe señala un descenso moderado de la población de casi todas las nacionalidades existentes en la ciudad, tanto de los países de Europa del Este como de América Latina, principales áreas desde las que se llega a Pamplona. En la ciudad conviven personas de 131 nacionalidades distintas, tres menos que hace seis meses.
Los búlgaros son el colectivo más numeroso, con 3.135 empadronados, seguidos de los rumanos, con 2.456 personas y los bolivianos, que con 1.937 empadronados han superado ya a los ecuatorianos, cuartos, con 1.173. Superan los mil empadronados otras cuatro nacionalidades: colombianos, portugueses, peruanos y marroquíes.
El 37 % de los extranjeros residentes en Pamplona provienen de América Latina, aunque este tipo de inmigración, según refleja el informe, va perdiendo peso a favor sobre todo del colectivo de europeos comunitarios, que ya supone el 35,3 %.
Los inmigrantes del Magreb, el resto de África y la Europa no comunitaria suponen en torno al 6 o 7 % para las tres áreas, y se ha producido además un aumento de la inmigración asiática, que se incrementa hasta el 5,3 %, debido principalmente a la llegada de personas de nacionalidad china.
Por edades, el 64 % de los inmigrantes empadronados en Pamplona tiene entre 20 y 44 años, mientras que en esta franja de edad el porcentaje de pamploneses es del 30,7 %, y la pirámide se invierte a partir de los 55 años, con un 35,5 % de pamploneses por un 6,6 % de inmigrantes.
El reparto de nacionalidades por barrios apenas se ha modificado en los últimos años. Buztintxuri sigue siendo la zona con un mayor número de inmigrantes (un 22,3 %), seguida de Echavacoiz y la Milagrosa (20 %) y San Jorge (17 %).
Los procedentes de Ecuador tienen una presencia más destacada en el barrio de la Milagrosa, el 42 % de los bolivianos viven en el Ensanche o el Casco Antiguo, el 13 % de los colombianos lo hacen en San Juan y los peruanos, brasileños y dominicanos prefieren la Rochapea.
Entre los provenientes de Europa del Este, búlgaros y rumanos se asientan principalmente en la Rochapea, los ucranianos en la Milagrosa y los moldavos en Iturrama; uno de cada cuatro portugueses vive en la Rochapea, al igual que el 20 % de marroquíes y argelinos; y el 23 % de los chinos empadronados en Pamplona vive en Iturrama.
En ese sentido, Caballero ha resaltado que los inmigrantes se distribuyen de una manera equilibrada entre los barrios de Pamplona, lo que significa que se ha producido una adecuada integración de los mismos, aunque “aún queda bastante por hacer” al respecto, ha reconocido.
En cuanto al nivel de estudios, el 70 % de las personas inmigrantes tiene lo que equivaldría al certificado escolar, ESO o graduado escolar, mientras que los pamploneses alcanzan el 40 %, debido al envejecimiento de la población autóctona.
Por el contrario, un 12,1 % de los pamploneses tiene bachillerato y un 22,9 % título universitario, por un 7,3 % y un 6,5 %, respectivamente, entre los inmigrantes.