El comité de empresa de TCC Pamplona, que ha convocado paros parciales a partir del próximo martes en las villavesas, denunció el pasado viernes que “no existe” la compañía que gestiona el transporte urbano y emplazó a la Mancomunidad (MCP) a una reunión que desbloquee la situación.
“La empresa TCC-Pamplona no existe”, aseguraba el comité en una comunicación que firma su presidente, Alberto Iribarren, en la que se acusa a la empresa de mentir sobre las pérdidas que dice tendrá (casi 4 millones de euros), ya que “su único NIF y sus únicas cuentas auditadas son las presentadas en el registro mercantil de Barcelona”.
Y las únicas cuentas auditadas, resalta el comité, que existen en el Registro Mercantil reflejan que TCC Pamplona, que pertenece al grupo catalán Transports Ciutat Comtal- TCC (participada por el grupo Moventis), tuvo beneficios en 2010 (812.642 euros) y 2011 (2.153.766 euros) y en 2012 repartió dividendos de 3 millones y registró 977.084 de beneficios.
Si TCC Pamplona existiera, sostenían, “los pagos de IVA de la concesión se realizarían en la Hacienda Foral” y “no ha recaudado un solo euro por este concepto”, por eso “decimos miente cuando habla de que se ha visto obligada a adoptar estas medidas” de ajuste de salarios y jornada.
TCC Pamplona “no existe y por lo tanto -concluye el comité- difícilmente puede defender que las cuentas de su sociedad no son otras que las presentadas y registradas en el registro mercantil de Barcelona”.
Según la representación de los trabajadores, la empresa acusa a la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona de “ser los responsables de tener que aplicar” la reforma laboral (para evitar un aumento de las pérdidas en los próximos años) “por no darle mejores condiciones”.
“Esto lo único que va a permitir es que la empresa mande a Cataluña los ingentes beneficios que va a tener gracias a la disminución de nuestro sueldo”, añade el texto del comité, tras expresar su “disposición total y absoluta a reunirnos y seguir negociando para buscar una salida a esta situación”.
La representación de los trabajadores se mostró muy crítica con las declaraciones del Presidente de la Mancomunidad, José Muñoz, al invitar a desconvocar los paros, “con la certeza de que de no hacerlo, las consecuencias más previsibles serán el perjuicio que se va a causar a la ciudadanía y la pérdida de viajeros”.
Tras reiterar que se presta “a cuantas reuniones sean necesarios para evitar las molestias que pueda ocasionar la huelga”, el comité recrimina a Muñoz que no los reciba y dificulte la llegada de sus propuestas a todos los asambleistas de la mancomunidad.
Para el comité, Muñoz “se comporta” como la alcalde de Madrid, Ana Botella, en la huelga de las basuras, “con unas declaraciones que más que ayudar crispan y dificultan el encuentro”
Este no es un problema entre la empresa y los trabajadores, sostiene la representación sindical, “ya que hay un tercero que es quien decide los contratos y como se presta el servicio”.
Este es un problema “que podemos solucionar perfectamente si se ponen encima de la mesa propuestas y soluciones”, por lo que emplazan a la Mancomunidad a promover una “reunión que desbloquee la situación”.