Cómo ya os dijimos, Pamplona/Iruña es mucho más que los sanfermines. Como ejemplo de ello, os enseñamos hace unas semanas que los exteriores de la capital de Navarra son una caja de sorpresas con sus murallas antiguas, agradables jardines y bonitos parques.

Esta vez, os vamos a proponer otra ruta por Pamplona, con el fin de dar a conocer otras grandes riquezas que esconde nuestra ciudad. En este post, os invitamos a conocer mejor algunos de los edificios más emblemáticos y monumentos de Iruña.

Los edificios

Pamplona posee diversos tipos de edificios de muchos tamaños y de distinta índole. Da igual que sean modernos, antiguos, pequeños o grandes: todos contribuyen en dotar a la capital de su identidad propia.

Aunque no sea un edificio grande a primera vista, merece la pena destacar en primer lugar el Puente de la Magdalena, que ha sido entrada principal de peregrinos a la ciudad. Nos estamos refiriendo a un puente gótico del siglo XII, que se sitúa a los pies de las murallas de la ciudad. Y al hablar de las entradas principales a la capital, no podemos olvidar el Portal de Francia (también conocido como el Portal de Zumalacárregui) de 1553, el portal más antiguo de la ciudad.

Si queréis disfrutar de las vistas espectaculares de Pamplona y del río Arga, os recomendamos visitar el Mesón del Caballo Blanco, en lo más alto del Bastión del Redín, la parte más alta de las murallas. En este antiguo palacio que posteriormente fue hospedería de peregrinos, se conserva la Cruz de Mentidero (data del siglo XVI).

Sería imperdonable ir a Iruñea y no visitar la Catedral de Santa María. Con una fachada neoclásica espectacular y con un templo gótico construido entre los siglos XIV y XV, se caracteriza sobre todo por tener un ábside poligonal con deambulatorio. Por otra parte, su claustro gótico se considera uno de los mejores de Europa, y posee en su interior el mausoleo del rey Carlos III de Navarra, y su esposa Leonor de Castilla.

Seguramente la plaza del Ayuntamiento no necesita ninguna presentación, ya que es allí donde se lanza el famoso chupinazo de los San Fermines cada 6 del julio. Los concejales, que suelen tener la gran responsabilidad de efectuar dicho lanzamiento, aparecen en el balcón central de su fachada barroca. Con la unión de los tres burgos principales de la ciudad en el año 1423, se estableció este edificio como el ayuntamiento principal de Pamplona/Iruña.

Cerca de allí, otra joya importante de la ciudad es la Iglesia o Monasterio de Santo Domingo, que antiguamente era una cofradía que solía refugiar a los peregrinos. Como Pamplona se sitúa en la ruta principal del Camino del Santiago, tiene un retablo renacentista dedicado a este santo. Por otra parte, es destacable la decoración de vieiras del monasterio.

Al final de la cuesta de Santo Domingo (daros cuenta de que nos estamos refiriendo al recorrido de los encierros), se encuentra el Museo de Navarra. Se pueden encontrar aquí una rica colección arqueológica junto a las obras de arte de Navarra, como la Arqueta de Leyre, del siglo XI, por ejemplo. Anteriormente, el edificio era la Hospital General de la ciudad (la inscripción que lo demuestra se puede ver en su fachada), y conserva en su interior, una capilla plateresca del siglo XVI.

La iglesia de San Cernin, del siglo XII pero reformada en el siglo XIX, es un reflejo de la historia de Pamplona. Además de tener el coro barroco más importante de la ciudad, destacan sus gruesos muros, verjas e incluso un torre vigilancia; señal inequívoca de su función defensiva. Por su parte, la Iglesia de San Lorenzo del siglo XIII, posee la capilla de San Fermín, del patrón de la ciudad. Situada al lado de la Plaza de Recoletas junto a la fuente neoclásica de Luis Paret, es uno de los lugares más agradables de nuestra ciudad.

La gran relevancia histórica de Pamplona/Iruña se refleja en sus edificios más emblemáticos. Sin embargo, la ciudad también mira al futuro y posee algunos edificios del estilo arquitectónico contemporáneo. El ejemplo más relevante es la Torre Erroz, conocida como el “menhir gigantesco”. Construida en 1964, esta torre fue considerada como una construcción revolucionaria, y sigue siendo el ícono de la arquitectura moderna de la capital. La torre es del estilo vanguardista, y tiene una orientación perfectamente planificada de su construcción.

Cómo habéis podido ver, mediante sus edificios Iruñea mira hacia su presente, pasado y futuro.

Las esculturas

Aparte de los edificios, se pueden observar muchos más elementos en las calles de Pamplona que suelen alegrar la vista. Tenemos como ejemplo de ello, esculturas de varios tipos:

Si os gustan las esculturas “profundas”, os recomendamos visitar el Polifemo, la escultura realizada por José Ramón Anda en 1993, que se puede visitar en el parque Antoniutti. Es un claro ejemplo de la búsqueda de límite, las simetrías, material de desnudo y la expresividad del vacío.

En la Vuelta del Castillo, podemos visualizar la Mujer Ciprés, realizada por Alfredo Sada en 1990. Basándose en los trabajos del escultor rumano Constantin Brancusi, podemos ver las formas de naturaleza en su estado puro. Parece que la escultura está clavada totalmente en tierra, de una forma tanto amenazante como sensual.

En la Parque de Taconera, podemos encontrar la gran escultura La Mari Blanca, construida por el escultor Luis San Martin, en 1790. Se trasladó a este parque en el año 1929, ya que anteriormente había estado en la Plaza del Castillo. El significado de la obra parece ser una alegoría de la Beneficiencia.

Si paseáis por el Paseo Sarasate, podréis encontrar seis estatuas de reyes de Navarra. Fueron diseñadas por el arquitecto italiano Juan Bautista Sachetti durante el reinado de Felipe V (1895). Dichas estatuas, antes de “volver a su reino” han estado en el palacio Real de Madrid.

Siguiendo en el Paseo Sarasate, podemos encontrar, sin niguna duda, la escultura más importante que refleja de mejor manera la historia de Navarra: el Monumento a los Fueros. Esta escultura que hizo el arquitecto modernista Manuel Martínez de Ubago en 1903, simboliza la foralidad que tuvo el Viejo Reino de Navarra durante la Edad Media. Las cinco gruesas columnas de la escultura representan a las cinco merindades de Nafarroa en representación de la historia, justicia, autonomía, paz y trabajo. Entre otros de sus símbolos, las cadenas simbolizan el escudo de Navarra, y el pergamino equivale a la Ley Foral de Navarra.

Otro gran nombre del Reino de Navarra, el rey Carlos III, también posee una escultura hecha por Francisco López Hernandez en 2004, que se puede ver en la Plaza del Castillo que porta en su mano el documento denominado el Privilegio de la Unión (1423).

¡Y por supuesto! Los sanfermines también poseen sus esculturas. Por una parte, el monumento a Ernest Hemingway, hecha por Luis Sanguino en 1968, y que se puede ver junto a la Plaza de Toros, es un homenaje al escritor norteamericano que llevó el nombre de la ciudad por todo el mundo. La escultura es una  representación de la corrida de toros. A unos metros de allí, en la avenida Roncesvalles, está el monumento que hizo Rafael Huerta en 2007, el Monumento al Encierro. Se trata una escultura del bronce en la que se ve a un grupo de corredores frente a un toro.

Para finalizar, cabe destacar la escultura que hay en el Parque de la Media Luna. Para conmemorar el milenario del rey Sancho III “El Mayor”, el escultor pamplones. Alberto Orella le dedicó un monumento donde aparecen los escudos que fueron gobernados por el Reino de Navarra.

Como habréis podido compobar mediante estos dos posts sobre Pamplona/Iruña, esta ciudad es mágica y en cada rincón podemos encontrar algo característico. Por supuesto, lo que nosotros os hemos enseñado, obviamente no es todo, ya que si comenzáramos a enumerar todas las maravillas que tiene Pamplona, ¡no terminaríamos jamás! Por lo cual, si a la hora de leer estos posts os ha entrado la curiosidad, ¡os animamos que exploréis por vuestra cuenta esta ciudad maravillosa! Os aseguramos: Iruña os acogerá con los brazos abiertos.