La Policía Municipal de Pamplona realizó el pasado fin de semana 665 pruebas de etilometría con un nuevo dispositivo de detección de alcohol, de fácil manejo, y que permite realizar la prueba de forma más rápida.
Once personas dieron positivo en esos controles de alcoholemia y tres de ellas fueron acusadas de un presunto delito contra la seguridad vial y otras ocho fueron sancionadas de forma administrativa, según informa el Consistorio pamplonés.
Una de las características del nuevo dispositivo es que no da ninguna tasa concreta, únicamente determina quienes dan positivo porque están conduciendo bajo los efectos del alcohol y quienes dan resultado negativo y pueden continuar el viaje.
En caso de dar positivo, la policía realiza una prueba definitiva con un etilómetro de precisión para determinar la tasa y la sanción correspondiente.
Es necesario que el conductor sople, pero la muestra de aire no se realiza como habitualmente a través de una boquilla que se coloca en el aparato, sino que la expiración se lleva a cabo sin ningún contacto entre conductor y dispositivo. Se recoge la muestra de aire expirado pero sin necesidad de boquilla.
Además, la cantidad de aire que se necesita es ostensiblemente menor que la que necesitan los aparatos tradicionales. Con una breve expiración de dos o tres segundos es suficiente para que el dispositivo indique si el conductor tiene alcohol en su cuerpo o no.
Según subrayan, el aparato permite realizar la prueba de forma más rápida, por lo que, por una parte, se pueden realizar un mayor número de controles y, por otra, el tiempo de interrupción para el conductor que da un resultado negativo es mínimo, lo que le permite continuar su viaje sin apenas demora.