El Ayuntamiento de Pamplona ha sido condenado al pago de 6.653,40 euros a un ciudadano por el accidente sufrido por su hijo de 7 años, quien resultó herido en una pierna al bajarse de la fuente situada en la calle Descalzos, en el Casco Viejo de la capital navarra.
De esta forma, el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 3 ha estimado parcialmente el recurso interpuesto por el padre contra la resolución del Ayuntamiento que había rechazado su reclamación.
Los hechos tuvieron lugar el 8 de septiembre de 2012 cuando el niño se había subido a la fuente para beber agua apoyando las rodillas y, al bajar, se desgarró la pierna con unos clavos que sobresalían de la repisa “que se hallaba rota y en mal estado”.
El pequeño sufrió una herida inciso contusa en la tibia de la pierna izquierda y precisó sutura bajo anestesia.
En su sentencia, el tribunal considera acreditado que la caída sufrida por el chico se debió a un funcionamiento “anormal” de los servicios públicos ya que el estado general de conservación de la fuente “no era el más adecuado”.
Sostiene además que el mantenimiento de la fuente corresponde al Ayuntamiento, que es su propietario, y ve “irrelevante” que los daños fueran o no fruto de actos vandálicos, como alegó la institución.
También establece que la responsabilidad por las lesiones no puede recaer en el menor “que simplemente se apoyó de rodillas para accionar los grifos”, ni en los adultos que le acompañaban “que no podían ver el peligro en algo tan común como el acceso a una fuente de agua corriente y escasa altura”.
La presencia de los clavos, por otra parte, no puede considerarse a su entender “desperfecto de escasa entidad” pues se trata de “objetos punzantes y de gran dureza”.
Por todo ello, concluye que existe responsabilidad de la administración ya que “no se cumplieron con los estándares de seguridad inherentes a estas instalaciones” y el mantenimiento de la fuente “no era correcto”.