El regente de una inmobiliaria de Pamplona, de 46 años, ha sido detenido por la Policía Nacional como presunto autor de un delito de apropiación indebida por haberse quedado con unos 8.000 euros de varios clientes.
Según ha informado hoy en un comunicado la Jefatura Superior, el detenido habría realizado transacciones económicas fraudulentas durante los pasados meses de junio, julio, agosto y septiembre.
La investigación se inició a raíz de las denuncias interpuestas en la Jefatura Superior de Policía de Navarra por tres de las víctimas, que manifestaron que en julio decidieron alquilar una vivienda, por lo que comenzaron a realizar los trámites en una agencia inmobiliaria de la capital navarra.
Cada una de las víctimas acordó el pago de 300 euros en concepto de fianza, más otros 300 por los honorarios de la inmobiliaria y otros 300 como primera mensualidad, sumando un total de 900 euros que fueron abonados mediante transferencia bancaria.
Las denunciantes entraron a vivir en la casa a primeros de agosto, pero el responsable de la agencia inmobiliaria les daba largas para la formalización del contrato, logrando tras mucha insistencia concertar una cita para firmar el contrato con él.
En esta reunión de formalización del contrato, el gerente les dijo que había discutido con el casero de su vivienda y que iba a rescindir la relación mercantil con él.
También les dio a entender a las arrendadoras “que firmarían el contrato, pero que desde ese momento cualquier desavenencia ocurrida en relación al arrendamiento de la vivienda lo tendrían que gestionar ellas con el casero si bien el detenido se ofreció de manera gratuita a interceder por ellas”.
Ante el cambio de condiciones de contrato así como “las diversas incongruencias” mostradas por el responsable de la agencia inmobiliaria, las tres denunciantes comunicaron su deseo de abandonar el domicilio y, aunque se les prometió la devolución del dinero abonado, el pago no se ha producido todavía.
La Policía ha agregado que, posteriormente, se han localizado en Pamplona otras tres víctimas que, con el mismo “modus operandi”, habrían entregado al responsable de la agencia de alquiler, una cantidad económica en concepto de honorarios, fianza y mes de alquiler.
En uno de los casos, después de alquilar una vivienda a través de la inmobiliaria regentada por el detenido y mudarse a la misma, se personó el legítimo propietario de la misma afirmando que él no tenía conocimiento de que su casa hubiera sido alquilada.
En otra ocasión el detenido cobró 5.000 euros por la reserva de una vivienda en venta y, frente a lo comprometido, no devolvió la cantidad pese a no ejecutarse la transacción.
La investigación no está cerrada, por lo no se descarta que puedan seguir apareciendo víctimas.