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La contaminación supone unos 120 ingresos hospitalarios al año

La contaminación en ciudades de tamaño medio, como es el caso de Pamplona, supone unos 120 ingresos hospitalarios al año, según las conclusiones del proyecto “Life+Respira”, el mayor estudio sobre ese fenómeno realizado en una ciudad europea

La investigación, realizada en Pamplona y liderada por la Universidad de Navarra, ha sido presentada hoy y entre sus conclusiones se subraya también que circular por la calzada incrementa entre un 27 y un 40 por ciento la contaminación respecto a transitar por aceras o carriles bici.

El estudio señala que el ochenta por ciento de las ciudades europeos tienen las mismas dimensiones y patrones que Pamplona, y que en ellas la población se ve expuesta con frecuencia a “niveles de contaminación superiores a los recomendados por las autoridades sanitarias”.

En el caso de Pamplona, un siete por ciento de la población está expuesta a una contaminación de óxido de nitrógeno por encima de los valores máximos recomendados, lo que provoca alrededor de 120 ingresos hospitalarios al año.

La contaminación varía notablemente en función de la climatología, la zona de la ciudad y la hora del día.

Por ello, aunque el tráfico motorizado es la principal fuente de contaminación, en invierno se aprecian niveles altos de partículas en suspensión en las zonas residenciales, debido al uso de chimeneas domésticas de leña.

La vegetación urbana, por contra, reduce “notablemente” la contaminación ya que los parques y jardines actúan como pulmones que limpian el aire de la ciudad.

“Sin embargo, no todos los árboles tienen el mismo efecto reductor -puntualiza el informe-. En concreto, en Pamplona sólo el 9 por ciento de los árboles son de hoja perenne, que son los que más reducen la contaminación”.

Respecto a las aceras o los carriles bici, el estudio indica que una separación de solo medio metro entre el carril bici y la calzada reduce en gran medida los niveles de carbón negro, uno de los contaminantes más peligrosos.

El proyecto “Life+Respira” se ha desarrollado durante los últimos tres años con la colaboración de doscientos voluntarios ciclistas, quienes han facilitado unos quince millones de medidas sobre la calidad del aire de la ciudad de Pamplona.

“Life+Respira” ha contado, además de con ayuda europea, con el apoyo de la empresa pública Gestión Ambiental de Navarra (GAN-NIK), el Centro Nacional de Investigaciones Energéticas Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) y la empresa Pavimentos Tudela.

EFE:
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