Dennis Lehane, novela negra americana.

Dennis Lehane saltó a la fama cuando Clint Eastwood dirigió Mystic River basándose en su novela del mismo título. Para entonces la editorial RBA había publicado esta y otras dos novelas protagonizadas por una curiosa pareja de detectives: Patrick Kenzie y Angela Gennaro. Curiosamente los títulos elegidos, Desapareció una noche y Plegarias de la noche, son la cuarta y quinta novelas de la serie, las dos últimas. Ahora, años mas tarde la editorial publica la primera, Un trago antes de la guerra, y esperemos que pronto ponga en el mercado las otras dos. En la bibliografía de Lehane destaca también la novela Shutter Island en la que se basa la última película de Martin Scorsesse de estreno aplazado a la primavera. Volviendo a Kenzie y Gennaro y a Un trago antes de la guerra debemos decir que, curiosamente, esta no parece una primera novela. Por una parte está muy bien escrita y hace alarde de esas virtudes que adornan toda la literatura de Lehane: tema interesante, análisis social y político, progresión implacable, escenas muy bien medidas, frases cortas, duras e impactantes y cierta incorrección política. Y, por otra, parece que los personajes ya tienen un recorrido anterior, una vida que aunque no nos han contado tiene una importancia capital en algunos momentos de esta novela, detalles que el autor consigue incorporar a la narración con gran naturalidad. La propia situación de los dos investigadores es muy curiosa. Patrick está enamorado de Angela, pero ella está casada con un individuo que la maltrata, algo difícil de entender en una mujer que lleva pistola y no duda en utilizarla contra los delincuentes. Pero Lehane se las arregla para conseguir que la relación resulte plausible, al igual que la que mantiene Patrick con la figura de su padre, un héroe para la sociedad, pero una obsesión maligna para él. Pues bien, estos dos tipos se encuentran con un encargo en apariencia menor: encontrar a una limpiadora que se ha llevado algo sin importancia que, ya sabemos, acabará teniendo una influencia capital en las interioridades políticas de Boston, la ciudad de Lehane y donde se desarrollan todas sus novelas. El resto es lo habitual, la intriga va a mas, las cosas se descontrolan, alguien dispara, alguien muere, los protagonistas son amenazados, los policías también les persiguen, ellos se defienden. En el terreno de la historia el autor no es original, pero en el tratamiento resulta verdaderamente hipnótico. Resulta difícil dejar de leer esta novela, y el resto de su obra naturalmente, porque al margen de estar en un territorio bien conocido por el lector de novela negra hace tiempo que no nos encontrábamos con un escritor de semejante potencia. Un escritor, por cierto, que siempre queda bien en su traslación al cine. Recuerden Adios, pequeña, adios, donde Ben Affleck adaptaba la obra aquí conocida como Desapareció una noche. Parece que, al margen de la valía de los directores, las tramas de Lehane siempre tienen interés, acción y desesperación suficiente como para garantizar el interés de los espectadores. Pero no esperen a que hagan la película. Tienen las novelas de este escritor en su librería favorita.Félix Linares

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *