PRIMO LEVI
“Cuentos completos” (EL ALEPH) 926 páginas
Primo Levi (Turín, 1919-1987) se hizo conocido cuando publicó en 1947 Si esto es un hombre, el inicio de una trilogía en la que narraba su terrible experiencia en el campo de exterminio nazi de Auschwitz. Levi era judío, judío italiano, y el fascismo de Mussolini no tuvo ningún reparo en mandarlo a la muerte, como a miles de conciudadanos. Todo cambió para aquel jovial y jocoso aspirante a escritor licenciado en química. La experiencia le llevó a la escritura y sobre todo a cultivar el relato breve, un relato en el que mezclaba realidad y fantasía. Este volumen reúne sus cinco libros de relatos y algunos cuentos nunca publicados. Una buena forma de redescubrir a un gran escritor.

GABRIELA ADAMESTEANU
“Una mañana perdida” (LUMEN) 572 páginas
Poco conocemos de la literatura rumana. Sonarán nombres como Mircea Eliade, Tristan Tzara, Ionesco y Cioran, autores nacidos en Rumanía, pero que vivieron fuera de su país y que escribieron en otras lenguas. Por eso es reseñable esta novela, porque Gabriela Adamesteanu (Targu Ocna, 1942) para por ser una de las voces relevantes de la literatura rumana actual. Periodista, traductora, ensayista y narradora dirige en la actualidad una de las principales revistas de su país. Una mañana perdida nos lleva por la historia de Rumanía en el siglo XX a través de los recuerdos y encuentros por las calles de Bucarest en los años setenta de una mujer entrañable, Vica. Apuesta segura.

MONICA ALI
“En la cocina” (DUOMO) 563 páginas
Hace seis años Monica Ali (Dhaka, 1967) publicó Brick Lane, traducida como Siete mares, trece ríos. La novela narraba la vida en la barriada londinense del mismo nombre donde vive la comunidad bengalí. El libro ganó muchos premios y la convirtió en una estrella literaria. Ali pertenece a esa generación de autores procedentes de las antiguas colonias, en su caso de Bangladesh, que ha dado vitalidad a la literatura inglesa. Tras publicar Azul Alentejo llega ahora su tercera novela. En la cocina narra las complejas relaciones que se establecen entre personas de diferentes nacionalidades que trabajan en la cocina de un gran hotel en decadencia. Una escritora de gran talento.

PABLO D’ORS
“El amigo del desierto” (ANAGRAMA) 137 páginas
Los que han leído a Pablo d’Ors (Madrid, 1963) hablan maravillas de él. Formado en una familia de artistas de cultura alemana, lleva publicando libros desde hace casi una década, y todos han entusiasmado a la crítica. Son El estreno, Las ideas puras, que fue finalista del Premio Herralde, Andanzas del impresor Zollinger, Lecciones de ilusión y El estupor y la maravilla. El amigo del desierto, subtitulada Relato de una vocación, es una novela que cuenta la historia de Pavel, un hombre apasionado por los desiertos, metáfora del infinito. Su pasión le conducirá a una auténtica aventura interior, al descubrimiento de su propio ser. Silencio, contemplación, búsqueda.

NELIDA PIÑÓN
“Corazón andariego” (ALFAGUARA) 324 páginas
Este es un libro de memorias. De recuerdos deslavazados, desordenados, de una de las grandes voces de la literatura brasileña. Nélida Piñón (Río de Janeiro, 1937) se crío entre dos culturas, la brasileña de su país y la gallega de sus padres, aunque siempre ha escrito en portugués. Ha recibido todo tipo de galardones internacionales, incluido el Príncipe de Asturias, ya sido varias veces candidata al Nóbel. Entre sus obras destacan La fuerza del destino, La dulce canción de Cayetana y la extraordinaria La república de los sueños. Corazón andariego habla de sus familias gallega y brasileña, de sus viajes, de sus amistades y de su vida. Una delicia.

TAMAYO
“Pocho Mondo” (TMEO) 66 páginas
Alfonso Tamayo comenzó a publicar las historias de Pocho Mondo en una revista de un distrito de Barcelona llamada Nou Barris 9. Después pasaron a La Comictiva hasta aposentarse definitivamente en la revista vitoriana Tmeo. Son historias de trazo claro, repletas de color, en la que la característica principal es que los personajes no llevan cabeza ó su cabeza es tan pequeña que se confunde con el cuello, una metáfora de lo descerebrado que es este mundo. Son historias autoconclusivas de una ó dos páginas, aunque hay una historia que tiene seis. Todas se caracterizan por la lucidez, por ese chispazo, a veces brutal, a veces lírico, que nos hace sonreír y pensar.