El hombro solo de Thomas Glavinic

Algo más oscuro que la noche (SIRUELA) es una novela muy arriesgada que parte de un presupuesto argumental ya utilizado otras veces. El protagonista, el único protagonista del libro, se levanta un día de la cama y se encuentra con que todo el mundo ha desaparecido. No es que hayan muerto, es que sobre la faz de la Tierra no queda ningún ser vivo, ni personas, ni animales, sólo él y su soledad. A partir de ese momento y durante 350 páginas, el austriaco Thomas Glavinic nos cuenta las desventuras de un ser aturdido, que en principio se niega a reconocer que sea el último ser vivo del planeta, que después intenta descubrir a alguien que esté en su misma situación en algún lugar del mundo y que finalmente acaba convencido de que todo ha sido obra de un ser desconocido que vigila sus pasos.

Jonas, el superviviente, recorre la ciudad donde vive, Viena, y después las ciudades cercanas, y más adelante los países que rodean Austria. Incluso realiza un asombroso viaja a Inglaterra, a través del túnel del Canal de la Mancha, para seguir las huellas de su mujer LIBRO.Algo más oscuro que la nocheque se encontraba realizando un viaje por motivos familiares. Jonas atraviesa ciudades, pueblos, campiñas, bosques. Recorre autopistas, carreteras nacionales y comarcales, caminos. En todos los lugares encuentra la presencia de los que ya no están. Pero todo es como un gran decorado de cartón piedra en el que sin embargo los supermercados están abarrotados de comida en lata y las gasolineras repletas de combustible. Todo para ser consumido por un solo y exclusivo cliente.

Glavinic narra con mano maestra la evolución psicológica de su personaje. La acción se desdobla entre lo que sucede realmente y lo que cree su protagonista que sucede. Vemos cómo poco a poco Jonas va cayendo en la paranoia. Se imagina que alguien le sigue y para cazar a ese alguien llena la ciudad de cámaras de video que graban a horas determinadas y que visiona después obsesivamente. Incluso decide grabarse cuando duerme, para comprobar si alguien se le acerca y le manipula. Ese Jonas grabado se convierte en la mente del Jonas real en “el durmiente”, que de vez en cuando se despierta ó se levanta sonámbulo y hace cosas raras ante la cámara. Es “el otro” surgido de uno mismo, ese ser oscuro que es nosotros mismos y a la vez no.

Son estos los mejores momentos de la novela, novela que se estanca en ocasiones con las continuas idas y venidas del personaje por la ciudad, de casa en casa, rescatando enseres y recuerdos que otros guardaban sobre él y que dan una nueva dimensión a su biografía. A pesar de estos pequeños baches, Glavinic consigue dar forma a un relato hipnótico, fascinante y aterrador, a una historia que se nutre de nuestras peores pesadillas, las que surgen del miedo a quedar solos, abandonados y sin amor. Un autor que habrá que seguir de cerca.

Enrique Martín

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