WILLEM FREDERIK HERMANS
El cuarto oscuro de Damocles (TUSQUETS) 385 páginas
Willem Frederik Hermans (1921-1995) fue uno de los grandes escritores holandeses del siglo XX, aunque ninguno de sus libros había sido traducido al castellano. El cuarto oscuro de Damocles es una novela de intriga que transcurre durante la ocupación nazi de la II Guerra Mundial. El protagonista es un estanquero que vive al margen sin comprometerse. Hasta que una persona que se identifica como miembro de la resistencia le pide que revele unos carretes con “información clave” sobre lo nazis. Así comenzará su vida clandestina. Pero al acabar la guerra es acusado de colaborar con los alemanes. Una novela de traiciones y ambigüedades en la que nada es lo que parece. Tusquets anuncia la publicación de otra novela de Hermans, No dormir nunca más.
JOSÉ BLANCO
Memoria del caos (EDICIONES BAILES DEL SOL) 112 páginas
Este es el tercer libro que José Blanco (Barakaldo, 1965) publica con esta editorial canaria. Antes fueron Mira mi corazón preso en el ámbar de los instantes eternos y Las nubes. Blanco lleva publicando sus poemas desde principios de los noventa y su obra ha sido ampliamente reconocida por multitud de premios y seleccionada para participar en diferentes antologías. En Memoria del caos, un libro miscelánea en el que hay poemas y textos narrativos, se nos habla de amor, de la pasión por la escritura y también de la pasión por la lectura. Porque como dice el autor: “Escribo como quien lee. Cuando no escribo, leo, y si leo, puede que escriba. La lectura como reclamo para la escritura”. Es miembro del colectivo La Galleta del Norte.
ALAN BRADLEY
Flavia de los extraños talentos (PLANETA) 419 páginas
Últimamente el mercado está saturado de cuentos de apariencia infantil, dirigidos al lector adulto. Se nos ocurren dos explicaciones. Una, que siempre estamos queriendo volver al espacio biográfico donde la mayoría fuimos más felices; ó dos, que nos tienen que escribir “sencillo” porque cada vez entendemos menos. Flavia de los extraños talentos es la tercera novela de un ex ingeniero televisivo canadiense que ha publicado varios relatos infantiles y que es un experto en el personaje de Sherlock Holmes. La acción transcurre en los años cincuenta en Inglaterra, en una vieja casa de campo victoriana. Flavia de Luce es una niña solitaria de once años que tiene un don para la química. Hasta que un cadáver aparece en el jardín. Irresistible, dicen.
ALASTAIR REYNOLDS
El prefecto (LA FACTORIA DE IDEAS) 407 páginas
Esta es la quinta novela que el galés Alastair Reynolds (Barry, 1966) ambienta en el Espacio Revelación, un mundo que tiene similitudes con el de La Cultura de Iain Banks. Todas las novelas están publicadas en esta década y en La Factoría de Ideas. Tiene además otras cuatro novelas independientes. Reynolds es físico y astrónomo y ha trabajado para la Agencia Espacial Europea. El prefecto es ciencia-ficción con un toque de novela negra. Tom Dreyfus es el máximo responsable de la seguridad de una sociedad utópica llamada Anillo Brillante que orbita en torno al planeta Yellowstone. Todo va como la seda hasta que se produce una terrible masacre. Cuanto más investiga más se acerca a Aurora, una figura que fue humana y ya no lo es. Vibrante.
ALBERTO LÓPEZ ECHEVARRIETA
Ballets Olaeta (BASSARAI) 166 páginas
Esta es la historia de los Ballets Olaeta, que fueron fundados en 1926 por Segundo Olaeta, del grupo Elai Alai de Gernika, y que se convirtieron en el primer grupo coreográfico de Euskadi. Fundieron el baile popular vasco con la danza clásica. Liderados por Víctor Olaeta, el hijo de Segundo, mostraron su trabajo por medio mundo, una vez que se transformaron en una compañía de danza. Se disolvieron en 2003, pero han dejado una huella imborrable. El periodista López Echevarrieta bucea en la historia de los Ballets y nos acerca testimonios, documentos, recortes de prensa, diseños y fotografías que recorren los ochenta años de historia del grupo. Todo ello en un libro lujoso y de gran formato. Una delicia necesaria.
JIRO TANIGUCHI
Un zoo en invierno (PONENT MON) 232 páginas
Hace poco la editorial vasca Astiberri publicaba la autobiografía del dibujante de cómic japonés Tatsumi, Una vida errante. Poco después ha aparecido otra autobiografía Un zoo en invierno de otro admirado mangaka Jiro Taniguchi, autor de Barrio lejano y El almanaque de mi padre. Las dos obras reflejan un mundo parecido, el de las editoriales de manga japonesas de los cincuenta y sesenta que trabajaban a destajo y que se mostraban inmisericordes con sus creadores. Pero mientras la de Tatsumi es dura y directa y se centra en el mundo profesional, la de Taniguchi es poética y dulce y se centra en el mundo personal. Tatsumi parece un reportero, mientras que Taniguchi parece estar escribiendo un diario íntimo. Dos obras de referencia.
Pingback: Radio Euskadi
Hola,
No sé si os animaréis a “montar” el club del/la lector/a pero por si acaso, aquí va mi opinión sobre un libro del que hablásteis hace unas semanas.
Y mira que reconozco que al escuchar la reseña no parecía que la recomendárais mucho, y que comentásteis la portada con gran ironía sobre lo guay que queda ir por ahí diciendo que eres fan de director de cine…pues hala! por llevar la contraria, a mi me picó la curiosidad y cogí en la biblioteca… “Flavia de los extraños talentos” de Adam Bradley.
Tengo que decir que la primera en la frente, porque bueno, para mi se os fue la mano un ratito al comparar la portada con cualquier cosa que se parezca a algo de Burton.
Vale, admito que yo que tengo algo de miopía, si la veo de lejos, por lo del negro y el rojo, el cuervo acechando, y la palidez de la niña…pues igual me confundo. Pero de cerca… pero si es un querer y no poder!!!
Superada la primera decepción, empiezo a leer. Esto, eeehhh, paso unas páginas, peroooo, igual me he confundidooooo…, leo la contraportada, pues no dice nada de que esto vaya dirigido a preadolescentes… pero bueno, avanzo un poco, a ver siiiiii…He conseguido llegar a la mitad y acogiéndome a uno de los 10 derechos del lector de Pennac, lo dejo, no pienso terminarlo.
¿Cómo es posible que un libro que trata sobre un asesinato logre despertar tan escaso interés, que abandonarlo por la mitad, ni siquiera te leas el final para saber quién es el asesino?
Pues mira, pones de protagonista a una niña repelente y sin ningún tipo de encanto, nada que te haga conectar con ella. La introduces en una trama que ya hayas leído dos millones de veces en novelas de Agatha Cristie y Connan Doyle. Metes con calzador palabrejas y formulaciones químicas que no vengan a cuento, forzadas a más no poder. Describes con detalle lugares y personas que no tengan interés pero aumenten considerablemente la cantidad de páginas que hay que pasar para avanzar algo…
En fin. Que estoy segura de que si hoy me releeo cualquier libro de María Gripe de los que me entusiasmaban con 12 años, me gustaría mucho más que esto.
Si como dice la contraportada esto es “delicioso”, “la mejor lectura de 2009” y al final es un éxito de ventas, me encontraré otra vez en lo podría llamar “síndrome del niño el pijama de rayas”…
De cualquier manera, esto me pasa por guay, por ser fan de Burton y por tirar por lo llamativo, en vez de haceros caso.
Lo dicho, devuelvo a Flavia a la biblioteca y reservo “Salir a robar caballos”. Ya os contaré.