Carlos, el narrador de la novela Las batallas en el desierto, rememora con gran luminosidad un momento de su vida que transcurrió años atrás, cuando era un niño que vivÃa en la colonia Roma de la ciudad de México y estudiaba en un colegio de clase media. La década de los cuarenta finalizaba y la revolución parecÃa haberse dejado buena parte de sus principios en el camino, y los mexicanos vivÃan en una sociedad de grandes desigualdades y dobles raseros. Sin embargo, la vida de Carlos transcurrió apacible hasta que un inocente acontecimiento lo complicó todo. El niño se sintió enamorado de la madre de un amigo, la amante de un alto cargo del gobierno, y el precio que tuvo que pagar por ese amor inocuo fue muy elevado.
Las batallas en el desierto es, por lo demás, una novela que apenas alcanza las ochenta páginas, que tiene una estructura lineal y un estilo ubicado en las antÃpodas del preciosismo. Es, no se equivoquen, una novela espléndida, que traslada con viveza muchos sentimientos, quizá especialmente el de la nostalgia y el de pérdida: la pérdida de la niñez, la pérdida de oportunidades individuales y colectivas, la pérdida de un mundo, cuya memoria el narrador conserva perfectamente. Este libro está nutrido de un inventario de recuerdos, detalles triviales y trascendentes, que nos ofrecen un retrato algo impresionista pero eficaz no sólo de la vida del protagonista sino del México de aquella época.
Tras la concesión del Premio Cervantes al autor de esta novela, la editorial Tusquets decidió reeditarla y volver asà a situar entre las novedades este magnÃfico relato del magnÃfico escritor que es José Emilio Pacheco. Por cierto, la antologÃa de su obra poética la pueden encontrar también en esta misma editorial.
Txani RodrÃguez
Precioso Texto!!!! Asà es luminoso elte Maravilloso Librito 52