La náusea y el sentido de la vida según la danesa Janne Teller

Esta novela de la danesa Janne Teller (Copenhague, 1964) recuerda a la famosa obra de William Golding El señor de las moscas. En ella, un grupo de adolescentes se enfrentaban al mundo, primero como si fueran niños jugando en un gran parque temático –una isla-,LIBRO.Nada y después como si fueran adultos desquiciados por sus intolerancias y salvajismos ante el Gran Juego de la Vida y la Muerte. La escritora danesa ha retomado ese espíritu que intenta explicar las contradicciones y los males de nuestra sociedad a través de unos niños-adolescentes, pero dándole una vuelta de tuerca para adaptarlo a nuestros tiempos.

En esta novela la acción transcurre en un barrio de una pequeña ciudad danesa. Ha terminado el verano y los alumnos han vuelto al colegio. En el primer día de clase, sorpresivamente, uno de los chavales, Pierre Anthon, se levanta de su pupitre y dice: “Nada importa. Hace mucho que lo sé. Así que no merece la pena hacer nada. Eso acabo de descubrirlo”. Y acto seguido coge su mochila, se marcha y se encarama a un ciruelo que hay frente a su casa. La declaración causa estupor entre sus compañeros que se alían para demostrar a Pierre que está equivocado, que en la vida hay cosas importantes por las que vale la pena luchar. Entonces deciden crear “el montón de significado”, donde van a ir colocando las cosas que a ellos de verdad les importan, para intentar así sorprender y emocionar a su amigo rampante. Pero el truco está en que no debe ser uno mismo el que elija lo que más le importa, sino uno de sus compañeros. Las cosas empiezan suaves –unos guantes de boxeo, unos zapatos de plataforma, un telescopio, una serpiente en formol, un balón negro de fútbol, una caña de pescar-, pero la crueldad, las inquinas y las venganzas personales harán que todo acabe por desmadrarse de una forma terrible, hasta un climax espeluznante, pero también liberador.

Janne Taller escribe una auténtica fábula sobre nuestro mundo, una parábola que habla sobre el sentido de la vida y que explica muy bien cómo nacen los totalitarismos. Un viaje en el que los niños-adolescentes aprenden que la renuncia –a los egos, a la posesión de bienes materiales, a los pecados de orgullo y soberbia- es seguramente la forma más práctica de afrontar la crudeza del mundo, para que éste no acabe triturándote. Un periplo aderezado por las frases que Pierre Anthon va lanzando desde su árbol, un compendio de todo el pensamiento nihilista que tan popular se hizo en una época y que todavía pervive entre nosotros. Un pensamiento que se resume en la frase “para que hacer algo si al final vamos a morir”.

Un texto apasionante, de tesis, muy bien escrito, que ha provocado enconados debates en todos los países en los que se ha publicado y que, curiosamente, en algunos de esos países ha acabado convertido en libro de lectura recomendada en las escuelas.

Enrique Martín

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