Los libros sobre libros son muy agradecidos. El lector generalmente es partidario y el escritor lo es inevitablemente. Es muy fácil establecer una complicidad entre uno y otro a nada bien que esté montada la trama, los personajes sean atractivos y las situaciones resulten creÃbles. Seguramente de esa identificación vienen tantos manuscritos como aparecen en las novelas que se han convertido en best-seller. Ah, esto sale en un libro, dice el lector, será cierto, o plausible, o atractivo, y quien sabe si fascinante o si no lo es al menos resultará entretenido. Amamos los libros, asà que si nos encontramos con un volumen que se titula Tinta (Seix Barral) y habla de un libro insólito, nos ponemos rápidamente a leerlo. Al autor, Fernando TrÃas de Bes, le gustan los libros, evidentemente. Los ha publicado de todo tipo. A los relacionados con su profesión, es economista y profesor, los ha ido mezclando con volúmenes dedicados a otras disciplinas como la autoayuda, o algo asÃ, y, al mismo tiempo, ha desarrollado una obra como narrador muy interesante.
Su nueva novela habla de libros, de muchos libros, de todos los que hay en una librerÃa y de uno en particular que debe que explicar la razón de la sinrazón. En ello está el librero propietario de esa librerÃa, cuando aparece un matemático que tiene el mismo objetivo. Y entre los dos nos van presentando ese libro mágico. El resto son las aventuras que protagonizarán estos personajes, y otros mas, que van apareciendo en el proceso de confección del libro. Tinta es una novela encantadora que manifiesta el amor por los libros. Lo hace con un lenguaje claro y directo, con un estilo aparentemente ingenuo, a la manera de los cuentos infantiles a pesar de lo poco infantil de la historia, sensación que se acrecienta cuando se cuentan las historias de los encargados de confeccionar el libro. Hay también una pasión amorosa incontrolable, un misterio policÃaco, varios personajes desesperados por alcanzar sus metas y un mundo colorido donde las cosas mas extravagantes pueden pasar.
A mitad de camino de la realidad y de los mundos maravillosos de la fantasÃa se encuentran las páginas de Tinta. Será difÃcil que este libro no encuentre a sus destinatarios ideales. Claro que este libro tiene un enorme defecto: es tremendamente breve, se acaba enseguida y el lector se queda con ganas de mas. Y le va a resultar difÃcil encontrar un sustituto que se acerque al nivel de esta novela. En fin, ya lo dijo el clásico: Nadie es perfecto. Fernando TrÃas de Bes tampoco. Pero ha escrito una novela que se acerca.
Félix Linares
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