Noel Foster, tras hacerse con una moderada cantidad de dinero, decide dejar su trabajo y consagrarse a un fin algo dudoso: conquistar a una rica heredera y casarse con ella. Para tal empresa, contará -aún en contra de su propia voluntad- con su amigo Jasper, un tipo muy divertido y muy caradura también. Enseguida localizan a la candidata ideal para sus fines. Se trata de Eugenia de Malmains, una jovencita consentida, que vive en un pueblito inglés, al que no dudan en trasladarse. Noel y Jasper comprobarán que Eugenia es una acérrima seguidora de los camisas tricolores, es decir, del social-unionismo o fascismo británico.
A ese mismo pueblito llegan también dos mujeres, una de ellas huyendo del revuelo que ha generado la sorpresiva cancelación de su matrimonio, y, por otro lado, no tardará en irrumpir en la historia la señora Lace, una belleza local, de la que Foster creerá sentirse locamente enamorado. A esta nómina de personajes, se suman otros (la abuela de Eugenia, el marido de la belleza local, el señor Wilkins, los camisas tricolores…); todos conforman una galerÃa formidable y propician una variedad de encuentros, desencuentros, romances (la mayorÃa furtivos), enfados y sospechas que hacen que la lectura no decaiga en ningún momento. La autora, que era dueña de un sentido del humor soberbio, de una ironÃa punzante, redondeó un texto que arranca carcajadas. Para ilustrar esto, podemos referirnos al psiquiátrico cercano al pequeño pueblo donde transcurre la acción. El curioso centro es una Cámara de los Lores en paralelo. Si pierden el juicio, las vacas sagradas de la polÃtica británica, se recluyen allÃ, donde celebran (al menos eso creen los pacientes) maratonianas sesiones sobre proyectos de ley y asuntos de similar envergadura. La intención paródica es evidente, como lo es la dura crÃtica al fascismo británico. La lectura de esta novela, publicada en 1935, resulta, sin duda, muy estimulante. Más aún si conocemos algunos datos de la biografÃa de la autora: dos de sus hermanas simpatizaban con el fascismo y el nazismo; Nancy, en cambio, fue la amante de la mano de derecha de De Gaulle. Unas circunstancias familiares que, en fin, parecÃan hacer honor al tÃtulo de este libro Trifulca a la vista (Asteroide). Tanto es asà que, para evitar mayores problemas, Nancy prohibió que la novela se reeditara. AsÃ, fuera de la circulación, ha permanecido durante más de setenta y cinco años. Por fortuna, los herederos han autorizado recientemente editarla de nuevo.
Txani RodrÃguez
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