Todo el mundo sabe que el humor es una cosa muy seria. Para hacerlo bien hay que tener algo enjundioso que contar y sobre todo hay que tener algo enjundioso que criticar. Porque el humor es el arma más fina para desarmar las contradicciones de nuestro mundo y sacar a la luz las estupideces de los poderosos y de aquellos que se consideran superiores a los demás.

Uno de los mas grandes novelistas humorísticos de Europa vive en Finlandia, se llama Arto Paasilinna y la editorial Anagrama sigue empeñada en demostrarnos que es muy bueno y que con sus libros los lectores lo podemos pasar endiabladamente bien. Del autor nacido en Kittila en 1942 se habían publicado en castellano hasta el momento las novelas El molinero aullador, El Bosque de los zorros, Delicioso suicidio en grupo, La dulce envenenadora y El mejor amigo del oso. Y ahora llega El año de la liebre que se publicó originalmente en 1974 y que le abrió las puertas y el reconocimiento de media Europa.

En la novela se cuenta la historia de Vatanen, un periodista harto de su trabajo y harto de su mujer, que tras volver de hacer un reportaje se encariña con una liebre a la que acaban de atropellar con su vehículo, él y su fotógrafo. El encuentro con el animal salvaje sirve como detonante para que Vatanen tome conciencia de su vida anodina y desaprovechada. Se lía entonces la manta la cabeza, abandona su profesión y a su mujer, vende las pocas posesiones que tiene e inicia un peregrinar por toda Finlandia para entrar en contacto con la naturaleza y con sus gentes.

La novela se convierte así en un vehículo para narrar encuentros peculiares y aventuras insospechadas e hilarantes. La liebre y Vatanen acaban en comisaría por la ineficacia de unos policías de pueblo tontorrones, corren por el bosque con una vaca y su ternero huyendo de un incendio pavoroso, duermen en un granero junto al cadáver de un abuelo, conocen a un leñador que bucea en un río buscando material de guerra abandonado, se enfrentan a un cuervo desalmado y ladrón, tienen que combatir a un fundamentalista panteísta que quiere sacrificar a la liebre, se ven obligados a cazar un oso para impresionar a unos agregados militares, persiguen al oso hasta entrar en la URSS para que no acabe devorándoles, viajan en avión a Helsinki para que la liebre sea curada de una extraña enfermedad y acaban en la cárcel acusados de mil perrerías que no han cometido.

Arto Paassilinna se sirve de una road-movie, con poca carretera y mucho sendero salvaje, para hacer un canto a la naturaleza –alguien ha definido sus novelas como humorístico-ecológicas- y para no dejar títere con cabeza. Destroza por igual a policías, soldados, políticos, cazadores, agricultores, médicos, religiosos, periodistas, empleados de banco y funcionarios. Con muchas risas, pone el dedo en la llaga de los desatinos de nuestra sociedad, porque aunque el libro está escrito hace casi cuarenta años, su crítica no ha perdido actualidad. Todo narrado con un lenguaje sencillo y directo, vibrante, de frases cortas, que hace que devoremos los capítulos en un santiamén. Que la etiqueta de “escritor cómico” no te impida disfrutar de la literatura de un autor mayor.

Enrique Martín