Se miró al espejo y se llevó un gran susto. Aquellos pechos, aquella cara, esa expresión de pasmo, esas manos huesudas… ¿qué diablos le habÃa ocurrido? ¿quién era esa extraña reflejada en el cristal? Entonces recordó las enigmáticas palabras del cirujano que apareció al abrir sus ojos. Enhorabuena. El primer trasplante de cerebro ha sido un éxito.
Roberto Moso
Pingback: Radio Euskadi