Pascal Quignard, nacido en una familia de gramáticos y organistas, es un escritor francés excepcional. Gran parte de su vida ha sido un autor minoritario, volcado en pequeños ensayos –deslumbrantes obras de arte poco asequibles para el gran público-, ensayos relacionados con la filosofÃa y la música. Pero esto cambió en 1991 cuando publicó Todas las mañanas del mundo, una novela exquisita que narraba el enfrentamiento entre dos intérpretes de viola de gamba, maestro y discÃpulo, en el ParÃs cortesano de un rey Borbón. Fue una de las más profundas y melancólicas reflexiones sobre el arte de crear y sobre la necesidad humana de ser reconocido, que se convirtió en una gran pelÃcula protagonizada por Gérard Depardieu, uno de los grandes éxitos internacionales del cine francés. Luego llegarÃa en 2002 Las sombras errantes, otro éxito de crÃtica y lectores con el que ganó el Goncourt.
A pesar de estos reconocimientos Quignard ha seguido elaborando pequeñas piezas de reflexión en las que conjuga su amor por la música, por la filosofÃa, por la mitologÃa y por la literatura. En Butes utiliza la figura del marinero del mismo nombre que viajando en el barco de los Argonautas capitaneado por Jasón, murió ahogado por querer escuchar de cerca la música de las sirenas. La metáfora es clara. Mientras que Orfeo tocó su lira para no escuchar los cantos de sirena y salir vivo del envite y Ulises se ató al mástil de su barco para poder escuchar los cantos, y no lanzarse al mar en busca de lo imposible, Butes lo sacrificó todo por conseguir estar cerca de la música perfecta, de la creación absoluta. En el fondo Quignard no deja de reflexionar sobre un asunto que le preocupa mucho: ¿hasta dónde estamos dispuestos a llegar, que estamos dispuestos a sacrificar, para conseguir la creación perfecta? En Todas las mañanas del mundo el anciano maestro renunciaba a la fama; en Butes, el marinero osado renunciaba a su vida. Un libro hermoso y difÃcil que posee algunas páginas gloriosas, como por ejemplo aquellas en las que en ocho páginas resume la historia de Grecia.
Enrique MartÃn
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