Entonces la Virgen se apareció a tres pastorcillos en aquellas praderas afganas. Era la aparición mariana más audaz desde que decidiera aparecerse a Fernando Arrabal durante un congreso anarquista. Los pastorcillos escucharon en silencio sus recomendaciones para lograr la paz rezando y cuando ella se esfumó quedaron largo rato en silencio. No, no le iban a contar a nadie el misterioso encuentro con la mujer del rostro descubierto. Para qué.
Roberto Moso
Pingback: Radio Euskadi