Estas cosas, por lo general, sólo pasan en EEUU… Quiero decir, que de una exitosa saga cinematográfica se haga la correspondiente adaptación al cómic o, incluso, se utilice este formato para contar nuevas historias relacionadas con la, digamos, “nave nodriza“. Y esto es lo que ha ocurrido con REC, una serie de películas de terror, firmadas por Jaume Balagueró y Paco Plaza, cuya tercera entrega se estrenaba hace poco más de un mes y, de forma casi paralela, llegaba a los kioscos un álbum titulado REC. Historias inéditas.

Y atención a este cómic porque, bajo su apariencia de mero apéndice de la saga cinematográfica, se oculta una serie de cinco historias bien escritas y bien dibujadas. De los guiones se encarga Hernán Migoya, un autor inquieto, capaz de cocinar platos muy diversos y que aporta los ingredientes necesarios a este guiso terrorífico. Y en cuanto a las ilustraciones, son obra de cinco dibujantes, cinco, que cumplen con nota alta su labor, incluso cuando su estilo no es el adecuado para un cómic como REC. Y tal es el caso de Andrea Jen, una asiático-argentina que dibuja manga como los ángeles, deudora inequívoca del legendario Katsuhiro Otomo, creador de Akira, pero cuyas viñetas no encuentran en este álbum su sitio adecuado. Todo lo contrario que los otros cuatro autores. Tras el “amago manga” del comienzo, la segunda historia nos reconcilia ya con el terror clásico, gracias a los dibujos en blanco y negro del argentino Feliciano Zecchin y el oscuro origen del personaje clave de REC: la terrorífica Niña Medeiros. El siguiente relato vuelve al color, de la mano del gran artista boliviano Álvaro Ruilova, que nos sumerge en un Zoo de Barcelona lleno de bestias-zombis, y donde hasta Copito de Nieve resucita, con muy malas intenciones, eso sí… Tras el brillante alarde de color, vuelta al blanco y negro con el argentino Salvador Sanz, cuyos dibujos recuerdan, y mucho, al mítico Richard Corben. Él es el encargado de contarnos cómo un oscuro experimento liderado por la Iglesia Católica es el germen del apocalipsis que se desata en el terrorífico edificio escenario principal de la película REC. Y el final, también en blanco y negro, lo firma el valenciano Joan Marín que, mediante una agobiante narración “infecciosa“, nos deja en el momento previo a la boda con la que empieza la tercera película de la saga. Por cierto, como amante del cómic de terror desde hace 40 años, tengo que agradecer a los autores que sea la propia Niña Medeiros la que presenta cada historia, al igual que lo hacía el Tío Creepy (Tío Vampus en su primera versión en castellano) en la legendaria revista que publicó el editor Jim Warren en EEUU allá por los años 70 del pasado siglo.

Y un último dato. REC Historias inéditas es un álbum de EDT-Editores de Tebeos, nostálgico y sugerente nombre para la empresa que hasta ahora conocíamos como Glenat. Bienvenido sea el cambio y que sea para bien.

Iñaki Calvo