FREDERICK EXLEY

Desventuras de un fanático del deporte (DUOMO)  408 páginas

Dicen los que entiende de esto que el estadounidense Frederick Exley (1929-1992) era un autor que estaba a la altura de grandes como John Cheever, Richard Yates y Richard Ford. Poco conocido entre nosotros, fue un escritor y periodista que alcanzó la fama gracias a Desventuras de un fanático del deporte, su primera novela publicada en 1968. Una novela que narra la vida de una especie de sosías del autor, un aficionado del deporte que sigue con pasión las andanzas de un colega de instituto que se convierte en una leyenda del fútbol americano. Se nos habla de las relaciones malogradas del protagonista, del abandono de su esposa, de su alcoholismo, de las malas relaciones con su suegro. El contraste entre las dos vidas, la del derrotado y la del triunfador, es parte del éxito de esta notable novela que está narrada, a pesar de lo terrible del asunto, con un gran sentido del humor. Apasionante.

JAMES FREY

El último testamento (MONDADORI)   314 páginas

James Frey (Cleveland, 1969) se hizo tristemente famoso hace cinco años cuando se descubrió que su primer libro, En mil pedazos, que el autor vendió en los medios de comunicación como su autobiografía, la historia de un hombre que cayó en el infierno de las drogas y consiguió salir de él, era en parte ficticio. Frey se ganó por ello la enemistad de figuras como la presentadora de televisión estadounidense Oprah Winfrey, de sus editores y de miles de lectores que le consideraron un fraude. Tuvo que abandonar su país e instalarse en Francia. Curiosamente los críticos destacaban y destacan la fuerza narrativa de aquel libro. Ahora vuelve con una novela que habla de la llegada del Mesías a nuestro tiempo, de su vida en Nueva York, de sus amores con hombres y mujeres, de sus desafíos a los gobiernos y de su condena de lo sagrado. Una persona que produce admiración y rechazo. Un libro sorprendente.

DAVID WALTON

Juego mortal (LA FACTORÍA DE IDEAS)   316 páginas

David Walton (Filadelfia, 1975) es uno de los nuevos valores de la ciencia-ficción y la fantasía estadounidenses. Ha escrito cuentos y dos novelas. La primera, Juego mortal, ganó en 2008 el Premio Philip K. Dick. La acción transcurre en un mundo futuro donde los edificios se construyen en horas y el cuerpo se puede modelar sin límites. En ese mundo dos amigos –uno de la alta sociedad, otro de la parte vieja de la ciudad- cometen un terrible error, crean un virus informático llamado “rebanador”, que penetra en los cerebros de las personas, los copia neurona a neurona y acaba con sus vidas. El virus está instalado en la mente de un niño, que desconoce su terrible poder, y al que todo el mundo quiere atrapar, unos para convertirlo en un arma feroz y otros para eliminarlo. Su madre hará todo lo posible por salvarlo.  Crítica feroz a los desmanes de la ciencia.

DAN FANTE

Fante. Un legado de escritura, alcohol y supervivencia (SAJALÍN)      423 páginas

El estadounidense John Fante (1909-1983) trabajó y vivió en California donde escribió todas sus novelas, y guiones para el mundo del cine. Charles Bukowski le consideraba el padre del “realismo sucio” y uno de sus mentores. Ha pasado a la historia de la literatura por una serie de novelas autobiográficas protagonizadas por un doble del escritor, Arturo Bandini. A pesar de ser padre de familia tuvo una vida exagerada marcada por el alcohol y por el enfrentamiento con sus demonios personales. Dan Fante (Los Ángeles, 1944) es el hijo de John, que mantuvo con su padre una relación volcánica. Y como el padre, es autor de una serie de novelas protagonizadas por su álter ego Bruno Dante. A los dos les unía su pasión por la literatura y el alcohol, que mató al padre y que casi acaba con el hijo. Dan lleva ahora veinte años alejado de la botella. En este libro recrea la vida de su padre, la de su familia y la de él mismo. Un libro descarnado, lúcido y brillante.