La libreria ambulante, una bonita declaración de amor a los libros

Lo diré sin sofisticaciones: La librería ambulante (Periférica) es una novela bonita. Quizá la definición les parezca un poco tontorrona pero este adjetivo, antiguo y poco pirotécnico es que el que mejor describe esta historia escrita en la primera mitad del siglo XX por el autor norteamericano Christopher Morley.

La librería ambulante tiene como protagonista a Hellen McGill, una mujer soltera, que ha alcanzado los cuarenta años y que llevaba junto a su hermano una laboriosa, sacrificada pero apacible vida a cargo de una granja. Lo malo es que  al hombre de la casa, le da por escribir. Algo que Hellen recibe como una calamidad cualquiera. christopher morley la libreria ambulanteSolía pasar mucho tiempo en la pocilga anotando adjetivos para describir la puesta de sol en lugar de arreglar la veleta del granero que estaba tan desajustada que el viento norte llegaba por el suroeste”, dice de su hermano.

Para colmo de sus desdichas resulta que el granjero convertido en escritor obtiene un gran éxito de ventas, y pasa a ser un hombre asediado por la prensa y codiciado por los editores. A Hellen aquello le parecía fatal: “Hice lo que pude para evitar que fuera a Nueva York a hablar con editores y gente de esa calaña”, dice.

Para colmo de su desgracia, aparece un día en la granja, a bordo de un carromato, un vendedor de libros ambulante llamado Roger Mifflin.  Su idea es vender el carromato con todos los libros al hermano de Hellen. Entonces, y contra todo pronóstico, será ella misma quien decida comprarlo con un doble objetivo: evitar que la granja ante ese nuevo estímulo quede definitivamente desatendida y procurarse una pequeña dosis de aventura y unas merecidas vacaciones. Su hermano, a la fuerza, la echaría de menos aunque solo fuera a la hora de comer, cocinera abnegada como es. Así que ni corta ni perezosa Hellen, se monta en el carruaje y emprende una aventura junto al señor Mifflin, con quien forjará poco a poco una relación muy estrecha.

La librería ambulante, escrita con un estilo sencillo, y con buenas dosis de humor, es un bellísimo homenaje a la naturaleza y una profunda declaración de amor a los libros, tan contagiosa que según contaba la poeta Elena Medel en un artículo reciente, Imanol, socio de la librería zarauztarra Garoa, se animó tras la lectura de este libro, a vender libros a pie de calle montado en su bicleta.

Txani Rodríguez

1 thought on “La libreria ambulante, una bonita declaración de amor a los libros

  1. Pingback: Radio Euskadi

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *