ANNE WIAZEMSKY
Un año ajetreado (ANAGRAMA) 218 páginas
Anne Wiazemsky (Berlín, 1947) fue uno de los rostros del movimiento cinematográfico francés de los años sesenta de la “nouvelle vage”. Debutó con 19 años en Al azar, Baltasar de Robert Bresson y poco después conoció a Godard del que se enamoró perdidamente. Estuvo casada con él doce años y rodó entre otras La Chinoise, película que avanzaba los presupuestos ideológicos de Mayo del 68. Un año ajetreado ha sido definido por su autora como novela de pseudoficción, porque los hechos son reales, pero los sentimientos vaya usted a saber que ha sido de ellos con el paso del tiempo. Lo más interesante del libro es el retrato que se hace del gran cineasta Godard, amable, cariñoso y sin resentimiento, y la foto de paisaje de un tiempo en el que todo parecía posible. Un libro notable.
JANE GARDAM
La mujer del juez (SALAMANDRA) 250 páginas
Jane Gardam (Coatham, 1928) es una de esas grandes escritoras de la literatura inglesa cuya fama, a pesar de los innumerables premios, no ha traspasado las fronteras de su país. Desde 1971 ha publicado treinta y cinco títulos. Hace poco más de un año la propia editorial Salamandra publicó El viejo juez un libro que vio la luz originalmente en 2004. Cuenta la historia de un juez retirado en una casa de la campiña inglesa que es un “huérfano del imperio” uno de esos niños ingleses nacidos en las colonias que era enviado a la metrópoli con unos familiares lejanos para ser educado “a la británica”. Edward Feathers, el viejo juez que ejerció en Hong Kong, es un hombre chapado a la antigua que raramente muestra sus emociones. La mujer del juez cuenta la misma historia desde el otro lado de la moneda, desde el punto de vista de su mujer Betty. Emoción, comedia y sorpresas.
SERGIO ALVAREZ
35 muertos (ALFAGUARA) 504 páginas
Sergio Álvarez (Bogotá, 1965) es un escritor colombiano que reside en Barcelona. Se dedicó al mundo de la publicidad antes de desembarcar en el de la literatura y el del guión cinematográfico. Se dio a conocer con la novela La lectora que consiguió uno de los galardones de la Semana Negra de Gijón. 35 muertos es una novela que reconstruye 35 años de la vida de la Colombia de finales del siglo XX. Es un viaje por las rutas físicas y vitales de un país marcado por la violencia, el exilio, la fiesta y el olvido: revolucionarios sin revolución, guerrilleros machistas, pandilleros despechados, paramilitares cansados, mafiosos engañados por sus mujeres, exiliados en tierras europeas, desaparecidos, gente feliz e infeliz… Novela histórica, de aventuras, relato de autoficción, thriller y hasta folletín romántico. Una novela total.
ANNE HOLT
Lo que esconden las nubes oscuras (ROCA) 318 páginas
Con esta novela, la noruega Anne Holt (Larvik, 1958) cierra la serie protagonizada por la psicóloga Inger Johanne Vik y el policía Yngvar Stubo. Cinco novelas negras que le han dado fama mundial. La escritora tiene otra saga que protagoniza la detective de policía lesbiana Hanne Wilhelmsen que ha alcanzado ya ocho títulos. Lo que esconden las nubes oscuras, que fue publicada en Noruega el año pasado y que aquí ha sido editada directamente en bolsillo, arranca con la aparición en su casa de Oslo del cadáver de un niño de ocho años hijo de una familia acomodada. Todo indica que se trata de un trágico accidente doméstico. Pero un joven agente de policía sospecha del padre y hace todo lo posible para que Vik lo apoye en su línea de investigación. Gran escritora de thrillers psicológicos, de lo mejorcito de Escandinavia.
JAVIER GOMÁ LANZÓN
Necesario pero imposible (TAURUS) 289 páginas
Javier Gomá Lanzón (Bilbao, 1965) es un pensador muy respetado. Doctor en Filosofía y licenciado en Filología Clásica y Derecho. Es desde 2003 director de la Fundación Juan March. Obtuvo el Premio Nacional de Ensayo un año después por su primer libro Imitación y experiencia que junto a Aquiles en el gineceo y Ejemplaridad pública conforman una trilogía dedicada a la experiencia de la vida. Necesario pero imposible es una especie de epílogo que se pregunta por el futuro del individuo tras su muerte. ¿Hay esperanza más allá de la destrucción? El libro emprende la tarea de “civilizar el infinito” a fin de hacer creíble la hipótesis de la supervivencia, entendida no como inmortalidad del alma sino como inmortalidad prorrogada. Un filósofo que se plantea cómo llegar a ser individual en este mundo y cómo esperar seguir siéndolo fuera de él.
