El comictario. La ciencia-ficción íntima y épica de Frederick Peeters

Por segunda semana consecutiva, el palmarés del festival de cómic de Angoulême se cuela en Pompas de Papel. El anterior comictario lo dedicamos a Castilla Drive, premio al mejor “polar“, y ahora le toca el turno a la mejor serie, un galardón que ha recaído en Aama, el último esfuerzo creativo de ese gran autor que es Frederick Peeters.

El ginebrino que nos deslumbró con Píldoras Azules, y que redefinió el género de la ciencia-ficción con Lupus, vuelve a los mundos futuros imaginarios en esta serie, que cuenta ya con dos álbumes publicados y a la que, si no hay cambios, sólo le queda el tercero y último. COMIC.AamaY a la espera del desenlace, algunos detalles: Aama es una historia cuyo protagonista, Verloc Nim, aparece en la primera viñeta desvanecido en un planeta extraño y desértico. Ha perdido la memoria y sólo puede recordar las horas y días previos a ese momento gracias al diario, escrito por él mismo, que le entrega un simio robótico llamado Churchill.

Sus anotaciones le sirven para reconstruir un relato absorbente. La historia de un hombre con una vida fracasada y a quien su hermano embarca en una peripecia galáctica en busca de Aama, misteriosa sustancia capaz de acelerar la evolución y cuyos efectos debía estudiar un grupo de científicos en el lejano planeta Ona (ji). Pero esa misión lleva casi seis años sin dar señales de vida. Y es que el experimento se interrumpió por problemas económicos derivados de “la Gran Crisis” (¿os suena de algo?), un período en el que gran parte de la humanidad se ve condenada a la pobreza y la marginación. Ahora, la multinacional impulsora del ensayo, con las cuentas saneadas otra vez, quiere comprobar los resultados de su inversión, y para ello manda una expedición de rescate que, como es lógico, deberá enfrentarse a situaciones totalmente inesperadas.

Como ya hiciera en Lupus, Frederick Peeters aborda la ciencia ficción desde el punto de vista de la filosofía y el pensamiento. Lejos de grandes batallas y aeronaves gigantescas, Aama nos sumerge en un mundo extraño, afectado por la intervención humana, y nos plantea serias dudas sobre los beneficios de la excesiva tecnificación de nuestra sociedad. Recomendable, en definitiva, esta serie bien dibujada y narrada por Frederick Peeters, cuya versión en castellano publica la editorial vasca Astiberri.

Iñaki Calvo

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