CHAD HARBACH

El arte de la defensa (SALAMANDRA)    539 páginas

Chad Harbach (Wisconsin, 1975) ha protagonizado uno de los debuts más impactantes que se recuerdan en la literatura estadounidense reciente. Con solo una novela, El arte de la defensa, ha sido ya comparado con Jonathan Franzen y John Irving, que además se han confesado rendidos admiradores de su obra. La novela echa un vistazo a los Estados Unidos de hoy a través de las peripecias vitales de Henry Skrimshander, un joven y talentoso jugador de beisbol que es contratado por una pequeña universidad para sacar a su equipo de la mediocridad. Y poco a poco lo consigue, hasta que un lanzamiento fallido, un lanzamiento que Henry ha hecho a la perfección miles de veces, provoca una tormenta devastadora en el protagonista y los que le rodean. Una novela sobre el azar, los sentimientos y la libertad.

JANE HARRIS

La verdad de la señorita Harriet (LUMEN)  618 páginas

Con esta novela, la británica Jane Harris (Belfast, 1961) fue finalista del Premio Nacional del Libro de su país. Nacida en Irlanda del Norte, criada en Glasgow y con residencia en Londres, Harris se dio a conocer con Observaciones, una novela que fue traducida a veinte lenguas. En La verdad de la señorita Harriet nos lleva a la capital británica de los años treinta del pasado siglo. Allí Harriet Baxter, a sus ochenta años, nos cuenta la intensa relación que mantuvo desde 1888 con el pintor Ned Gillespie, su esposa y sus dos hijas. Años después del inicio de esta relación, un crimen cambió la vida de los Gillespie, y Harriet tuvo que vérselas con la justicia. La voz de la narradora anciana nos cautiva, pero poco a poco al lector le entra la extraña sensación de ó no se nos cuenta toda la verdad ó se nos está mintiendo. Un potente thriller psicológico.

ALBERTO LADRÓN ARANA

Las manos del carpintero (TXERTOA)  189 páginas

El navarro Alberto Ladron Arana (Pamplona, 1967) se ha convertido con el paso del tiempo en uno de los escritores en euskera con más seguidores. Sus novelas negras y de intriga –Xake mate, Eguzki beltzaren sekretua ó Piztiaren begiak– han venido miles de ejemplares, especialmente Arotzaren eskuak que ha alcanzado ya las quince ediciones y que se publica ahora en castellano con el título de Las manos del carpintero. La novela cuenta la historia de Ane que tras un desengaño sentimental decide dejar la ciudad mudarse al viejo caserío donde vivió su abuelo. Allí encontrará un viejo y terrible descubrimiento que le podrán tras la pista de una serie de asesinatos que la llevarán a indagar sobre la II Guerra Mundial y la Línea Maginot y la conducirán a un viejo château en Poitiers. Emocionante suspense.

ROSA RIBAS –SABINE HOFMANN

Don de lenguas (SIRUELA)     406 páginas

Rosa Ribas (Prat de Llobregat, 1963) es una escritora catalana que reside en Alemania y que ha publicado seis novelas entre ellas las tres que forman la serie de la comisaria hispano-alemana Cornelia Weber-Tejedor de gran éxito en su país de residencia. Sabine Hofman (Bochum, 1964) es profesora en la Universidad de Fráncfort, ciudad donde conoció a Ribas. Su amistad derivó en esta novela escrita a cuatro manos. Don de lenguas nos lleva a la Barcelona de 1952 donde se celebra el Congreso Eucarístico, una oportunidad del régimen franquista de lavar su cara ante el mundo. Y entonces es asesinada una viuda de la alta burguesía catalana. La novata cronista de sociedad Ana Martí y su prima, la filóloga Beatriz Noguer, investigará el caso y descubrirá una red corrupta que implica al régimen. Promete.

DACIA MARAINI

Bagheria (MINÚSCULA)      169 páginas

El prestigio de la escritora italiana Dacia Maraini (Fiesole, 1936) no deja de agrandarse con el paso del tiempo. Sus novelas, obras de teatro, poemas y ensayos se han traducido a veinte lenguas y le han reportado premios literarios como el Estrega y el Campiello. Entre nosotros se han publicado algunos de sus mejores libros como La larga vida de Marianna Ucrìa, Voces, Pasos apresurados y El tren de la última noche. Bagheria recrea sus recuerdos de infancia y juventud en el palacete de sus abuelos maternos en la localidad del mismo nombre en la isla de Sicilia. Allí llegó en 1947, procedente de Japón, donde ella y su familia estuvieron internadas durante la II Guerra Mundial en un campo de concentración. Memoria comprometida que denuncia excesos y comparte el amor por la literatura y el arte.