Lecturas de fin de semana. Jesús Carrasco, una revelación

Este libro se ha convertido en un “suceso literario” casi antes de ser publicado. Su autor, Jesús Carrasco (Badajoz, 1972), es un extremeño que vive en Sevilla y que ha debutado en la literatura con esta novela. Profesionalmente se dedica a la publicidad, es un creativo publicitario. Digo que se ha convertido en un fenómeno literario porque antes de ser publicado en España ya se habían vendido los derechos a trece países y antes de ser publicado el libro en esos países, los editores habían hablado maravillas de él.

Intemperie es una historia muy simple, de ribetes míticos y simbólicos. Cuenta la historia de un niño que ha escapado de una casa y al que persigue un grupo de hombres. Ante sí tiene una llanura infinita y árida y una noche oscura. Todo cambia cuando se encuentra con un viejo cabrero que le ayudará en su huída en un mundo marcado por la sequía y la violencia, un mundo inmoral y atemporal.LIBRO.Intemperie

La novela tiene un aire de fábula intemporal, aunque podríamos decir que transcurre en unos años cuarenta ó cincuenta del pasado siglo en la España mesetaria. Y lo sabemos porque alguien va en moto, porque hay unas vías de ferrocarril, porque alguien maneja una escopeta, porque hay un cacique, porque hay seres que agachan la cabeza, porque hay un ambiente opresivo e insano. Parecen los tiempos del franquismo, aunque nunca se dice que la acción transcurra en España.

En realidad la acción podría acontecer ahora mismo en una comarca perdida de un país europeo atrasado, ó hace cien años cuando la modernidad intentaba asomar la cabeza en sociedades marcadas todavía por las relaciones feudales de sometimiento de un vasallo a un señor omnipotente e inmisericorde.

Su estilo es duro, preciso, seco, pero de una gran riqueza léxica, que produce momentos de gran belleza. Un lenguaje que nos recuerda al del mejor Delibes, del que el autor parece haber tomado buena nota en sus lecturas. Y que sin embargo tiene un aire de modernidad que podría entroncar con el Tarantino que hace westerns al estilo de Django, aunque sin atisbo de sentido del humor.

El libro además tiene una clara intención de trascender porque sus protagonistas son arquetipos sin nombre: el niño, el viejo cabrero, el padre, el alguacil, el tullido… Y, como decíamos antes, en un marco atemporal: el mundo polvoriento, el niño que huye, el anciano digno que le acoge, la persecución salvaje, el enfrentamiento dispar en el que los inocentes no parecen tener ninguna posibilidad… Y al final un secreto, que en algunos momentos transforma a este western melancólico y metafísico en un thriller inquietante, asfixiante y que te atrapa hasta el tuétano.

Una novela descarnada, precisa y lírica, que entendemos el revuelo que ha causado en media Europa, porque cualquier ciudadano de este viejo continente puede sentirse concernido por lo que se cuenta en esta gran novela que habla de confianza, amor y justicia.

Enrique Martín

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