El Agujero Negro. Un segundo

Se encontrarían de casualidad en aquel tren y allí, tontamente, se pondrían a conversar. Pronto sabrían que se gustaban a rabiar. Llevarían ese encuentro consigo entre el gozo y el dolor hasta lograr una nueva cita y a partir de ahí compartirían juntos una vida plena de amor y complicidad. Y todo eso ocurriría si no fuera porque acaba de perder ese tren. Por un  segundo.

Roberto Moso

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *