El comictario. Desberg y Griffo, venganzas y nazis

Intriga, misterio, acción, personajes y épocas perfectamente definidas, buen dibujo y espléndido desarrollo de la historia. Así se puede definir la serie Sherman que, con guión de Stephen Desberg y dibujos de Griffo, acaba de publicar Norma Editorial.

Sherman es una serie de impecable factura clásica. La historia del magnate Jay Sherman, un hombre que consigue llegar a lo más alto después de una infancia de pobreza y miseria. COMIC.ShermanA finales de los años 40, y tras su vida de éxitos, el próspero financiero está a punto de ver cumplido su gran sueño: que su hijo se convierta en presidente de los EEUU. Pero todo comienza a derrumbarse la noche en la que un desconocido tirotea y mata al joven candidato tras un acto electoral.  Poco después, Sherman recibe una llamada telefónica, y un misterioso interlocutor le anuncia que el asesinato de su hijo es sólo el principio, que van a arrancarle toda su fortuna y que, al final, matarán también a su hija, porque “aquí abajo, todo se paga“. Terrible amenaza que obliga a Sherman a empezar una auténtica odisea en busca de quien quiere destruirle. Y son muchas las personas que se la tienen jurada, pues el camino a la cumbre está lleno de rencores y enemigos.

A lo largo de la serie vamos conociendo el pasado de Jay Sherman, su relación con mafiosos y banqueros, y sus peligrosos negocios con empresarios alemanes en vísperas de la Segunda Guerra Mundial. La acción, hábilmente diseñada por Desberg, alterna presente y pasado. Asistimos al ascenso del régimen nazi, al estallido de la guerra, al holocausto judío, al complicado clima internacional de aquellos años y a los primeros pasos de la CIA.

Apasionante telón de fondo para una historia con múltiples tramas, como capas de una cebolla, en la que casi nada es lo que parece y los secretos se acumulan. Y todo ello apoyado en el gran trabajo de Griffo, veterano dibujante belga que se luce en la ambientación de los personajes y de la época. Totalmente recomendable esta serie, Sherman, que nos devuelve el gusto por el gran cómic clásico y que demuestra, una vez más, la habilidad de los autores franco-belgas para concebir historias basadas en iconos del cine y la novela estadounidenses.

Iñaki Calvo

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