Gillian Flynn, la nueva joya del suspense estadounidense

Esta es, posiblemente, la mejor novela que he leído esta temporada, dejémoslo claro desde el principio. Es, aparentemente, una novela negra, porque se ha publicado en una colección especializada, pero esto es materia discutible. Les cuento, poco, que aquí hay que ser prudente. Los protagonistas, un matrimonio que ha tenido que refugiarse en Missouri, estado natal de él, porque han perdido sus trabajos en Nueva York, se disponen a celebrar su quinto aniversario de boda. Casualmente ella desaparece ese día. Y el lector va a enterarse de lo que pasa a través de una narración en primera persona por parte de él y de lo que ocurrió antes a través de un diario que escribió ella, contado en capítulos alternos. Al menos en la primera parte que es la más larga del relato.

Y nada mas diré para evitar ser acusado de destripar las novelas. Y porque, de verdad, esta es una novela en la que hay que ir descubriendo lo que pasa sin demasiado conocimiento previo. Entre las frases laudatorias que todo libro incorpora hay una cita a Patricia Highsmith, no es un recuerdo equivocado porque aquí nos encontramos con esas vueltas y revueltas en las que se enredan los personajes de la escritora tejana pareciLIBRO.Perdidaendo que ellos mismos buscan ser acusados. Esto en la parte narrada por Nick, el protagonista, pero en los diarios de Amy descubrimos la influencia de otro autor: Richard Yates, un severo diseccionador de la clase media estadounidense de los años cincuenta y sesenta como dejó claro en obras como Revolutionary Road. Incluso podemos encontrar ecos de algunos representantes de la generación perdida y, por supuesto, de Theodore Dreiser, que tuvo la visión de titular como Una tragedia americana  aquella historia que acabaría siendo Un lugar en el sol en el cine.

Gillian Flynn es una escritora desconocida para mí, esta es su tercera novela, pero parece alguien que conoce perfectamente al ser humano, sus miserias, sus carencias, sus envidias, sus ambiciones, su mala leche. Y, además, sabe dar la voz adecuada a cada uno de los narradores. Son tan diferentes los capítulos narrados por Nick de los de Amy que parece que han sido escritos por otra persona, o al menos en otro momento. Perdida es una de esas novelas que te da pena leer porque cada página que dejas atrás te acerca a un final al que no deseas llegar. Y son más de quinientas páginas. Es una de esas novelas que lees continuadamente durante horas sin enterarte porque las cosas que suceden son tan absorbentes que te llevas un disgusto cada vez que tienes que cerrarla. Y además está magníficamente escrita, sus personajes, y no solo los protagonistas, están perfectamente trazados, son coherentes con el carácter que les ha dado la autora, hacen lo que se espera de ellos, aunque lo que hacen sea siempre sorprendente.

Me estoy conteniendo para no darles más pistas porque es una de esas novelas que uno quiere recomendar a sus amigos, pero tiene que controlar lo que dice porque quiere que sus amigos se sientan también descubridores de cada incidencia. Es muy buena Perdida. Yo la he terminado y me parece que nunca voy a olvidar a estos seres y a las cosas que les ocurren y se hacen unos a otros. Así que estoy deseando leer sus otras novelas. Pueden encontrarla en la colección Roja y Negra de Random House Mondadori, pero no se fíen porque esta no es una novela negra. O sí. ¿Qué más dan las etiquetas?

Félix Linares

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