Edward Bullwer-Lytton, el terror de un clásico victoriano

Los amantes de las historias de miedo, de fantasmas y casas encantadas, tienen en La casa y el cerebro una joya, una pieza de museo. Su autor es Edward Bulwer-Lytton, un político, poeta, novelista y crítico británico, nacido en Londres en 1803.  En su biografía leemos que en 1831 resultó elegido  para el parlamento. Fue muy prolífico. En la década de los sesenta, su fama era tal que tras la abdicación del rey Otto de Grecia, le fue ofrecida la corona griega, que él rechazó.  Pero, bueno, volvamos a La casa y el cerebro. Publicada recientemente por Impedimenta, esta novela de no alcanza las cien páginas ya fue saludada por Lovecraft, ni más ni menos, como “uno de los mejores relatos de casas encantadas jamás escrito.LIBRO.La casa y el cerebroEn efecto, el protagonista de esta historia tiene noticia a través de un amigo de la existencia de una casa situada en Londres en la que, al parecer, suceden cosas terroríficas. Atraído por este misterio, el narrador decide pasar una noche en la mansión. Pronto comenzará a sentir y ver hechos inexplicables: pisadas que lo preceden, extraños susurros, sillas que se mueven solas, manos que salen de debajo de las mesas y espeluznantes apariciones como  esta que nos describe el narrador: “Era una oscuridad que se delineaba repentinamente en sí misma en un contorno impreciso. No puedo decir que fuera una forma humana, y sin embargo, tenía mayor semejanza con una forma humana, o una sombra más bien que con cualquier otra cosa.” El valiente protagonista de esta historia descubre pronto que todos los hechos escalofriantes que acontecen parecen partir de una habitación vacía. Allí encontrará unas cartas que le harán pensar que en esa casa  habían tenido lugar crímenes horribles.

Mesmerismo, magia y el convencimiento del narrador de que hay una voluntad perversa que ha creado a distancia todos esos fenómenos redondean una novela que aúna  terror y  misterio. Es una historia perfecta para entretener las frías tardes del invierno.

 Txani Rodríguez

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