Sabemos que ustedes conocen a George R.R. Martin porque no hay nadie que haya leÃdo un libro en los últimos diez años que no conozca al autor de Canción de hielo y fuego o Juego de tronos que es como quedará para la historia gracias a la influencia de la televisión. A pesar del éxito televisivo las novelas han sido también muy leÃdas y apreciadas porque tienen virtudes que son imposibles de trasladar a la pantalla, por ejemplo el implacable sentido narrativo del autor que siempre sabe cuando dar un giro, añadir un elemento nuevo, sorprender al lector. Como esto de saber contar parece que viene de serie el bueno de George ya tenÃa un altÃsimo nivel de calidad desde sus primeros escritos.
A todos aquellos que solo han leÃdo las andanzas pseudomedievales de los Stark y compañÃa les diremos que pueden encontrar lo más granado de su producción en la misma editorial que ha publicado estas. Entre sus tÃtulos más destacados mencionaremos Muerte de la luz, su primera novela; Sueño del Fevre, una narración moderna de vampiros escrita antes de True Blood y Crepúsculo; Refugio del viento, en colaboración con Lisa Tuttle o, en otra editorial, Los viajes de Tuf, una serie de relatos con un protagonista muy curioso. Lo que nos lleva a una trilogÃa donde Martin cuenta su vida y nos va dejando aquellas piezas de su literatura que cree merecedoras de ser conocidas por la posteridad.
El primer volumen se titula Luz de estrellas lejanas  y contiene sus primeros escritos, alguno verdaderamente tópico y algo vergonzoso si no fuera porque se aprecian en él las buenas maneras narradoras del autor. Digamos que en ese volumen, además de dos obras maestras como Una canción para Lya  y El camino de la cruz y el dragón, se incluye un buen puñado de narraciones interesantes quizá demasiado deudoras de su primera novela ya que algunas de ellas parecen pruebas de creación de mundos que después serán explorados en la narrativa larga. Pero en HÃbridos y engrendros, el segundo volumen, nos encontramos ya con el George R.R. Martin que domina con maestrÃa todos los resortes de su oficio y que muestra una imaginación desatada para la invención de tramas y la creación de mundos. Comienza con una selección de seis relatos a mitad de camino entre el terror y la ciencia ficción, donde figura Los reyes de arena, el escalofriante El tratamiento del mono y el superlativo El hombre de la casa de la carne, pasa después a las aventuras de Tuf del que selecciona dos experiencias, alguna con diferencias con el relato que conocÃamos, y termina con un par de ejemplos de sus guiones para televisión. Porque George se pasó diez años en Hollywood, ganando bastante dinero pero frustrándose en el fondo al no poder sacar adelante proyectos personales, aunque en algunas series le pagaban muy bien por someterse a la dictadura de las productoras. No es de extrañar que, al término de esa etapa funesta, el hombre saliera con tantas ganas de contar cosas que comenzara a escribir Canción de hielo y fuego.
George R.R. Martin es un magnÃfico escritor, sabe elegir la palabra adecuada para colocarla después de la palabra perfecta que ha utilizado antes, tiene tomada la medida a la narración y sabe cuando es necesario impresionar al lector, tiene un sentido del ritmo como pocas veces habrán leÃdo y es capaz de crear las historias más delirantes y convertirlas en relatos realistas. Sinceramente no conozco un caso igual. Pero ya saben que los fans somos muy poco crÃticos. Por encontrar alguna pega a estas antologÃas podrÃa decir que la mayor parte de los cuentos han sido publicados en otros volúmenes, pero para aquellos que nunca habÃa ido más allá de la obra más conocida de Martin son unos libros imprescindibles para conocerle en profundidad. Y para disfrutar. Y, diré más, he leÃdo los cuentos que no conocÃa, y los guiones lógicamente, pero me ha gustado mucho releer aquellos que ya conocÃa. Y no soy de mucho leer de nuevo. Yo de ustedes, de verdad, me harÃa con la AutobiografÃa literaria de  George R.R. Martin. Ya estoy esperando el tercer tomo.
Félix Linares