Se publica este tÃtulo en una colección de novelas negras, asà que debe pertenecer al género. Desde luego policiaco no es, porque policÃas no aparecen por aquÃ, criminal sà de alguna manera algo difusa y no diré más, y negro, sà creo que negro este relato lo es bastante. Su tÃtulo lo dice casi todo, el protagonista fue importante, o él asà lo cree, mucho tiempo atrás, pero ahora, al borde los cincuenta, está obligado a volver a casa, a la de su padre, y enfrentarse a todos los conflictos que dejó atrás y creÃa superados. Pero aquel que creyó ser Johnny Thunders carga con demasiados engaños: no te preocupes, yo controlo; voy a recuperar a mis hijos; con un poco de dinero arreglo esto; necesito una ayuda, una pequeña ayuda; me voy a ir lejos y voy a dejar a esta pandilla de desgraciados atrás. Las cosas, claro, rara vez ocurren como se espera y las dificultades que hay que vencer son cada vez más grandes.
No entraré en los diferentes episodios que protagoniza nuestro hombre porque hay que mantener también aquà la ficción del suspense, pero si comentaré la sabidurÃa del autor al saber orquestar estos materiales y colocarlos en su orden y tiempo adecuados; al dotar a la novela de unos personajes secundarios tan potentes que, en ocasiones, eclipsan al protagonista; al conseguir que el lector se olvide de que está ante una novela negra y simplemente disfrute con la lectura. También es cierto que, a veces, Zanón pierde la medida en los capÃtulos introspectivos, quizá en su afán de aclarar las motivaciones de sus creaciones, y que, quizá llevado por el entusiasmo y la visceralidad, se olvida de la gramática y comete pequeños errores. Pero el lector, al menos yo, está tan atrapado por las andanzas de estos personajes que le perdona todo y, además, acaba pensando en cómo pueden ser sus próximos trabajos, que es lo que puede escribir Zanón de aquà a unos años.
Tengan en cuenta que esta es solo su tercera novela, aunque ya ha demostrado su valÃa y las caracterÃsticas de su ficción, que cada vez parece que lo es menos, y que resulta ser un autor crÃtico, incluso enfadado, con la sociedad actual, que sabe que apenas hay posibilidades de redención y que, a pesar de todo, algo tendremos que hacer. Si todavÃa no conocen a Carlos Zanón pueden empezar por Yo fui Johnny Thunders y recuperar después sus dos tÃtulos anteriores. Están en la misma colección.
Félix Linares