COLM TÓIBÍN
El testamento de María (LUMEN) 126 páginas
Colm Tóibín (Enniscorthy, 1955) es uno de los grandes escritores irlandeses de hoy. De familia profundamente nacionalista y curtido en el periodismo, su militancia gay en un país tan católico le ha granjeado profundas enemistades con algunos sectores. Casi toda su obra está traducida al castellano. Sobresalen sus novelas El Sur, El faro de Blackwater, Brooklyn y El Maestro, basada en la vida de Henry James, y el libro que recoge sus críticas literarias Nuevas maneras de matar a tu madre. En El testamento de María da voz a la Virgen María, que aquí no es más que una madre judía que vive en un rincón perdido del Imperio Romano y que se encuentra desgarrada por la muerte de su hijo, un hijo que cree se dejó corromper por influencias políticas. Fascinante.
RICARDO MENÉNDEZ SALMÓN
Niños en el tiempo (SEIX BARRAL) 221 páginas
El asturiano Ricardo Menéndez Salmón (Gijón, 1971) se ha especializado en escribir breves novelas en las que reflexiona sobre la esencia del mal y el papel del arte en este mundo marcado por la barbarie. Tras La ofensa, Derrumbe, El corrector, La luz es más antigua que el amor, La noche feroz y Medusa, llega ahora Niños en el tiempo obra en la que da un giro a su temática, para hablar del hecho maravilloso y enigmático de que siempre, de un modo ó de otro, la vida se abre camino. La novela se articula en torno a tres historias: el final de un matrimonio narrado a través de la muerte del hijo, el viaje a una isla de una mujer que ha de tomar una decisión trascendental y el relato de la posible infancia de Jesús de Nazareth. Un libro sobre el amor y la superación del dolor.
JOSÉ LUIS DE JUÁN
La llama danzante (MINÚSCULA) 357 páginas
José Luis de Juan (Mallorca, 1956) es conocido sobre todo por sus escritos sobre viajes. Muchos desconocen sus otras facetas literarias. Craso error. Porque el mallorquín es un autor total que ha demostrado su magisterio en la crónica viajera, en la poesía, en el ensayo, en los relatos y en las novelas. Siete novelas ha publicado ya, entre ellas El apicultor de Bonaparte, Este latente mundo y Recordando a Lampe. Publicada a finales del año pasado, La llama danzante, Premio Ciutat de Palma, es una hermosa road movie en la que una pareja, Juan y Lotte, viajan en coche por Estados Unidos, desde California hasta Arizona para intentar ahondar en su relación y desvelar los puntos más oscuros de sus pasados respectivos. Necesitan el amor para olvidar el dolor. Una obra de arte.
BENJAMIN BLACK
La rubia de ojos negros (ALFAGUARA) 326 páginas
Todo el mundo sabe que tras el pseudónimo de Benjamin Black se esconde el escritor irlandés John Banville (Wesford, 1945). El autor de El mar, Los infinitos y Antigua luz utiliza a Black para escribir novelas policiacas protagonizadas por el doctor Quirke, novelas que han sido adaptadas por la BBC y protagonizadas por Gabriel Byrne. Ahora Banville utiliza su alter ego para seguir escribiendo novelas policíacas, pero protagonizadas por el mítico Philip Marlowe que creara Raymond Chandler. Sus herederos han querido que fuera el irlandés el continuador de estas historias. Marlowe deberá encontrar al antiguo amante desaparecido de una joven rubia, hermosa y elegante, rica heredera de un emporio de perfumes. Y a eso se apresta el solitario detective. Expectación.
ROBERTO SAVIANO
CeroCeroCero (ANAGRAMA) 492 páginas
Gran expectación ha creado también en todo el mundo la aparición de un nuevo libro de investigación del periodista y escritor italiano Roberto Saviano (Nápoles, 1979). El autor de Gomorra, libro en el que desnudaba a la mafia italiana y por la cual tendrá que llevar escolta policial de por vida, se ha fijado ahora en el tráfico de cocaína. El subtítulo del libro lo explica: Cómo la cocaína gobierna el mundo. Porque la cocaína está por todas partes, más cerca de lo que mucha gente cree: la puede consumir un familiar, un amigo, un compañero de trabajo… Y las redes de cocaína se relacionan entre sí y abastecen a todos los clanes mafiosos del mundo. Y mucha gente se lucra y algunos pelean. 000, su mayor grado de pureza.
