Lecturas de fin de semana. Carmen Amoraga, levantarse

Esta novela ganó el Premio Nadal de este año. Su autora, la valenciana Carmen Amoraga (Picanya, 1969), ya rozó el galardón en 2007 cuando fue finalista con Algo parecido al amor. También fue finalista del Planeta en 2010 con El tiempo mientras tanto. Antes había ganado el Ateneo Joven de Sevilla con su primera novela Para que nadie se pierda. Su trayectoria está repleta de premios, lo que ha hecho que su literatura haya podido “visualizarse”. Amoraga es periodista de profesión, que trabaja en prensa, radio y televisión. También es concejal en su pueblo natal.LIBRO.La vida era eso

La vida era eso nos habla de lo que pasa cuando muere un ser querido, del abismo que se abre ante nosotros y de lo importante que son las palabras para salir adelante. Es una novela repleta de conversaciones y mensajes, que utiliza los canales que nos ofrece el siglo XXI. Además de la conversación cara a cara, están el diálogo telefónico, el facebook, el SMS, los whatsapp, el tuiter ó el correo electrónico. La protagonista se llama Giuliana, es argentina, tiene dos hijas y vive desde hace años en España, donde la familia se trasladó procedente de Estados Unidos gracias a una oferta de trabajo. Al inicio de la novela el marido de Giuliana, William que es ingeniero, muere de cáncer. El mundo se derrumba y comienza el duelo y sus cinco fases características, más acentuadas en unas personas que en otras: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. Muchas personas ayudarán a Giuliana: sus psicólogas, la directora del colegio, el grupo de apoyo a familiares de enfermos de cáncer, el jefe de su marido, sus propias hijas, su familia argentina en la lejanía. Pero deberá ser ella la que tenga que enfrentarse a los recuerdos del ser amado, primero los buenos y después aquellos que no lo fueron tanto. La que deba canalizar el dolor, la angustia, la ira, el desconcierto, la infelicidad. Y la que deba decir: hay que seguir adelante, haciéndole mal, haciéndolo bien, viviendo.

Una novela profunda, dolorosa y hermosa, que habla del amor, de la comunicación y de la solidaridad. La vida, sus traiciones, sus misterios y sus incógnitas. Y al final la primavera que nos espera, quizás, como decía el poeta, “con una esquina rota” (Benedetti). Pero primavera al fin.

Enrique Martín

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