Hay un tipo herido en una pensión de mala muerte. Es un joven que tiene un arma y un puñado de billetes que tendrÃa que haber repartido pero que ha decidido quedarse. No es mal comienzo para una novela negra. Allà también se aloja un médico al que han retirado la licencia, drogadicto y abandonado por su mujer que busca algo, no sabemos que, seguramente no lo sabe ni él. Vaya, parece que el reparto de personajes cumple con las expectativas. Y luego aparece un asesino, un tipo que confió en el herido, que le recomendó ante sus jefes y ahora estos le exigen que recupere lo que aquel se ha llevado y, de paso, liquide a quien les traicionó. Y el hombre, que ya tiene una edad, tiene que ponerse en marcha para cumplir su última misión con un espÃritu cansado y toda la mala leche que proporciona un trabajo a destiempo. Todo parece estar terminando para estos personajes. Están atrapados en una espiral demencial y no ven la forma de salir de ella. Y cada paso que dan parece que les sumerge más en el agujero. Y asà comienza su camino, una fuga alucinada por extraños y solitarios caminos, ahora en coche y tras extraños encuentros en tren y después en carro, abandonando la civilización mientras ellos mismos se van volviendo más salvajes.
Por mal camino, que es un tÃtulo que puede servir para todo, parece aquà tan ajustado a lo que se cuenta que ningún otro podrÃa representar mejor a esta novela, es un primer trabajo muy meritorio. Chris Womersley, su autor, parece haber estado haciendo mil cosas antes de dedicarse a la literatura, ya saben los habituales oficios del artista antes de serlo, pero parece haber entrado con buen pie en el universo de las letras porque ya ha escrito otros dos libros que, si son tan buenos como este, se han ganado nuestra atención. Womersley es australiano, un paÃs del que no suelen llegar muchos ejemplos de novela negra y los que hemos tenido oportunidad de leer no se diferencian demasiado de los aspectos más tópicos de la novela estadounidense de detectives y narcotraficantes, pero Por mal camino es una narración que nos acerca a los aspectos más desesperados de los que han emprendido un camino hacia la destrucción. Nuestros héroes no tienen claro que es lo que quieren hacer, solo salir adelante, pero el destino parece empeñado en ponerles obstáculos. Tampoco estamos hablando de asesinos frÃos y capaces de salir de cualquier situación de peligro por sus propios medios, sino más bien de personas que han cometido un error y después son arrastrados por sus circunstancias. No se puede contar demasiado de una novela negra, asà que dejaré aquà mi recomendación y la noticia del descubrimiento de un autor nuevo que puede darnos algunas alegrÃas.
Félix Linares