Eduardo Halfon, excelencia guatemalteca

Monasterio es la nueva novela  de Eduardo Halfon.  Este escritor guatemalteco, nacido en 1971, es autor de una extensa obra y algunos de sus libros han sido traducidos al inglés, francés, alemán, italiano, serbio, portugués y holandés. En 2011 recibió la importante beca Guggenheim.

El narrador de Monasterio, que es en algún grado –no sabría precisar hasta cuál- un trasunto del propio Halfon, nos cuenta su llegada a Jerusalén, acompañado de su hermano. En el aeropuerto de Tel Aviv se reencuentra con una mujer muy sensual con la que vivió un romance, o mejor dicho una promesa de romance, breve pero intenso. Pronto sabremos también que han viajado a Israel desde Guatemala para asistir a la boda de su hermana con un judío ortodoxo. LIBRO.MonasterioA través del relato de ese viaje, el narrador recorre la historia de su familia. Y lo hace de un modo natural, secuencial.  Por ejemplo, cuando un taxista le comenta, al saberle judío, que todos los árabes son malos, que había que matarlos, conocemos su pensamiento. “Iba a decirle -leemos- que mi abuelo había sido un judío árabe de Beirut, y mi abuela, una árabe judía de Alejandría, y mi otra abuela una árabe judía de Alepo y que eso entonces me hacía a mí un poco árabe.”  El narrador que apuntala su relato con una mezcla de emoción, confidencia, sinceridad y cercanía, recuerda también otro viaje anterior, a Varsovia. Quiso entonces conocer la casa de su familia, en Polonia, y visitar Auschwitz, donde había estado su abuelo, pero no reunió el valor suficiente.

La novela reflexiona sobre el conflicto palestino israelí y brinda un diálogo interesante sobre el muro que les separa. Comentan los protagonistas que los israelíes lo llaman cerca de separación, o cerca antiterrorista. Los palestinos lo llaman el muro de la segregación o el nuevo muro de la vergüenza o el muro del apartheid. Los medios de comunicación internacionales lo  llaman según su sesgo político muro o cerca o valla o barrera. Pero como dice la acompañante del narrador, “más allá de su nombre es lo que es”.

En resumen, Halfon reflexiona en esta novela breve sobre la identidad, sobre lo que somos realmente, sobre la legitimidad o no que tiene disfrazarse para sobrevivir, para salvarse, aunque finalmente nadie se salve. Además del tono de la novela, me parece destacable que mientras el protagonista profundiza en asuntos importantes, cercanos a la ética, la política y la filosofía, se sienta, en algunos momentos, mecido o zarandeado, depende, por el deseo sexual que le despierta la mujer que le acompaña. La vida en definitiva que se impone una vez y otra, definiendo la historia.

Txani Rodríguez

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *