Lander Garro y las vidas truncadas de los ochenta

Gerra txikia es el título de la nueva novela del escritor Lander Garro, una historia, que transcurre en los años 80 y que pone el foco en la familia de un refugiado en Iparralde. Xabier Ugarte, el protagonista absoluto de este libro narrado en tercera persona, cruza la frontera, acompañado por su madre y sus dos hermanos, para reencontrase con su padre a quien hace 65 días que no ve. Es un niño y aún cree que fueron las inundaciones del 83 las separaron a su familia. No tardará, a través de una prima, en aproximarse a la verdad ni en escuchar por primera vez la palabra refugiado. La realidad social y política le asaltará pronto aunque sus preocupaciones y sus miedos no dejarán de forma inmediata de ser las propias de un niño. LIBRO.Gerra txikiaZer axola zion, ordea, amnistiak edo Euskadiren askatasunak, ama ez bazegoen?”. Xabier Ugarte echa de menos a su padre y también a su madre que se ve obligada a trabajar fuera de casa.

El niño descubre pronto las contradicciones que se dan entre los grandes ideales y las necesidades diarias: “Euskadi, gudaria, polizia, errefuxiatua, erbestea… helduen mundua egunez egun osatu beharreko mapa desertua zen, eta puntu batetik bestera joateko hitz gakoak ageri zitzaizkion. Baina ez ziren bere mapa propioa osatzeko behar zituen hitzak baino garrantzitsuagoak, espada bere mapa propio hura osatzeko eragozpenak eta mehatxuak. Emango al zizkion Euskadik zapata berri batzuk?”. Sin embargo, la inocencia de la infancia irá cediendo terreno. Y algunos acontecimientos, como el descubrimiento casual de una pistola en el almacén de un amigo de su padre, harán que vaya abriendo los ojos a su realidad. La madurez está a la vuelta de la esquina, el amor también.

Estamos ante una novela de punto de vista, en el más amplio sentido de la expresión, sustentada con solvencia por el personaje de Xabier Ugarte a quien Garro dota de una viveza excepcional. Las inquietudes del niño resultan verosímiles y empatizamos enseguida con ese crío sensible que necesita de sus padres, que no termina de encontrar su lugar en el mundo. Garro recrea la época con precisión y la novela nos sorprende con detalles que a los que nacimos a finales de los 70 nos recuerdan a nuestra propia infancia. De alguna manera, y al menos en algunos aspectos, Xabier Ugarte también nos devuelve el niño que fuimos, aquel que nos mantuvo a salvo de la realidad.

Txani Rodríguez

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