El último ser humano que recordaba a ese escritor acaba de morir. La última prueba de su existencia yace en un mugriento almacén bajo montañas de libros muertos, esperando nada.
Roberto Moso
El último ser humano que recordaba a ese escritor acaba de morir. La última prueba de su existencia yace en un mugriento almacén bajo montañas de libros muertos, esperando nada.
Roberto Moso