Wenguang Huang, un pequeño guardia rojo

El pequeño guardia rojo es el primer libro del escritor, periodista y traductor Wenguang Huang, quien emigró a Estados Unidos con veinticinco años para estudiar un doctorado. Y aunque a partir de ahí se asentó en Norteamérica, donde ha colaborado en distintos medios de comunicación, viaja a China con frecuencia, donde creció Huang en los años sesenta, en plena revolución cultural.

El argumento principal de este libro autobiográfico recae en el deseo de la abuela del narrador de ser enterrada en su aldea natal, junto a su marido. Este anhelo que en principio no tendría por qué revestir mayores inconvenientes se convierte sin embargo en un problema de primer orden para la familia Huang y es que los entierros se habían prohibido en la ciudad de Xian donde vivían. El régimen maoísta había impuesto la ordenanza de la cremación porque entendían que el terreno que se empleaba para los cementerios se podía utilizar con fines agrícolas o pLIBRO.El pequeño guardia rojo 2ara construir edificaciones. Además, argumentaban que los funerales tradicionales eran muy caros y estaban cargados de tradiciones budistas o taoístas contrarias al comunismo. No cumplir con la ordenanza de cremación podía tener consecuencias. De este modo, el conflicto está servido: por un lado se encuentra el deseo de la abuela y por otro las reticencias del padre del narrador, incólume miembro del partido.

Finalmente, y a pesar de las complicaciones, deciden respetar el deseo de la abuela. El padre invertirá los pocos ahorros de los que dispone en un ataúd que el joven Wenwang, el narrador de este libro, tendrá que custodiar. Y lo hará durante veinte años porque la matriarca de la casa no cede a la muerte tan pronto como ella temía.

A partir de ese hilo argumental, que permite al autor contraponer la tradición con el radical afán modernizados de Mao, Huang describe las profundas transformaciones experimentadas por China. Describe, a través de la cotidianidad, la penetración de aquel régimen totalitario en todas las parcelas públicas y privadas de los ciudadanos chinos. Pero ante todo, El pequeño guardia rojo es  una historia familiar, una historia jalonada por episodios muy trágicos, como los relacionados con la hambruna que azotó el país entre 1958 y 1961. Y es también reflejo del amor que el autor siente por sus padres y el respeto por las enseñanzas que le legaron y que configuraron su personalidad.

El pequeño guardia rojo está escrito en un estilo casi confidencial, bastante propio del género autobiográfico. El libro, que es, de verdad, delicioso, se lee rápidamente. Eso sí, aquí y allá, en los periódicos y desde la propia editorial, se ha destacado que estamos ante una obra de humor. A mí me ha divertido el planteamiento, cercano al humor negro, y también algunos diálogos y situaciones, pero no diría que este libro esté “lleno de humor”. En todo caso, eso es lo de menos. Lo importante es que es una lectura gozosa con la que además, se aprende mucho.

Txani Rodríguez

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *