Es un bastardo, el colmo de lo fatuo, ególatra y pagado de sà mismo. Cada vez que aparece con su puto careto feliz en prensa radio o televisión me sangra la úlcera. Me ha comido la tostada. Pero eso no es lo peor. Lo peor es tenerle ahà enfrente recogiendo ese premio mientras yo le aplaudo sonriente. Por la cuenta que me tiene.
Roberto Moso