La ciencia como ciencia-ficción

LIBRO.La biología de la toma de riesgos“En la actualidad, gracias a los avances en neurociencia y en fisiología, estamos redescubriendo la unidad de cerebro y cuerpo que Aristóteles ya había comprendido. Creo que deberíamos dar el próximo paso y seguir con este modelo en la concepción de la ciencia social. Con el desarrollo actual de nuestra comprensión de la biología humana estamos en condiciones de crear una ciencia política unificada, de la molécula al mercado. Si hiciéramos tal cosa nos encontraríamos, como le ocurrió a Aristóteles, con que la biología puede proveernos de las intuiciones conductuales que necesitamos. 

Pero nos encontraríamos con algo más. Encontraríamos que la economía comenzaría a mezclarse con otras disciplinas, como la medicina, el estudio de las patologías corporales y psiquiátricas, así como con la epidemiología, el estudio de las tendencias a la enfermedad del conjunto de la población. (…)

En el plano personal, la introducción de la biología en la comprensión de nosotros mismos trascendería los meros momentos de reconocimiento de Aristóteles, pues contribuiría al desarrollo de una habilidad muy necesaria para la interpretación y el control del entusiasmo, la fatiga, la ansiedad y el estrés que nos embargan. En el templo de Delfos estaba inscrita la máxima “Conócete a tí mismo”,  lo que en nuestros días significa cada vez más “conoce tu bioquímica”. Este conocimiento no resulta ser una experiencia deshumanizada. En absoluto. Es una experiencia liberadora”.

Estos son párrafos de La biología de la toma de riesgos. Cómo nuestro cuerpo ayuda a afrontar el peligro en el deporte, la guerra y los mercados financieros de John Coates que ha publicado la editorial Anagrama.

Hoy en día leer sobre neurociencia supera a la lectura de ficción. Es ciencia ficción, ficción-realidad. Pronto lo convertirán en reality.  En serio, creo que nos encontramos en un apasionante periodo en el que vislumbramos grandísimos descubrimientos sobre nuestro ser, nuestra integración cuerpo-mente y nuestra forma de funcionar en la vida.

Esto es lo que intenta hacer el autor en esta obra, acercarse al modo en que pensamos y actuamos, tomando como punto de partida la asunción de riesgos de los operadores bursátiles, de los brokers. Su actividad no es diferente de la de un cazador primitivo o de un deportista de élite. Somos un mecanismo preparado para la supervivencia y que piensa, sobre todo, para poder moverse, cazar o huir. Somos un cóctel de testosterona, cortisol y dopamina. Una mezcla que a veces nos lleva a decisiones demasiado arriesgadas que pueden llevarnos  a perder una presa, perder un partido o, lo que es peor, traernos una crisis financiera. Por cierto, parece ser que una mayor participación de la mujer en el campo financiero ayuda a conjurar tales peligros.

Una obra, en dos palabras, que nos acerca a la comprensión de nosotros mismos y que ponen en tela de juicio nuestras pretensiones de racionalidad.

Jokin Aldazabal

 

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *