Mi mirada es nÃtida como un girasol.
Tengo la costumbre de ir por los caminos
mirando a la derecha y a la izquierda,
y de vez en cuando mirando para atrás…
Y lo que veo a cada instante
es lo que nunca habÃa visto antes,
y me doy cuenta muy bien de ello…
Sé sentir el pasmo esencial
que siente un niño, si al nacer,
de veras reparase en que nacÃa…
 Me siento nacido a cada instante
a la eterna novedad del Mundo…
Creo en el mundo como en una margarita
porque lo veo. Pero no pienso en él
 porque pensar es no comprender…
 El mundo no se ha hecho para que pensemos en él
(pensar es estar enfermo de los ojos),
sino para que lo miremos y estemos de acuerdo…
Yo no tengo filosofÃa, tengo sentidos…
Si hablo de la naturaleza, no es porque sepa lo que es,
sino porque la amo, y la amo por eso,
porque quien ama nunca sabe lo que ama
ni sabe por qué ama, ni lo que es amar…
 Amar es la eterna inocencia,
y la única inocencia es no pensar…
Alberto Caeiro es uno de los personajes inventados por Fernando Pessoa. No es el único: Alvaro de Campos, Ricardo Reis ó Bernardo Soares son algunos otros nombres tras los que se encuentra este gran poeta portugués. Fernando Pessoa nació en 1888 en Lisboa y murió en la misma ciudad en 1935. Dicen que fue un hombre misterioso, con una vida entre brumas, que ha propiciado mucha literatura y algo de cine. Pasó toda su juventud en Sudáfrica y la lengua inglesa tuvo mucha influencia en su vida y en su trabajo. Dicen que escribÃa poesÃa por la noche, mientras de dÃa se dedicaba a intentar encontrar dinero para poder vivir, vamos, como el 90% de los escritores, o de las personas que se dedican a la creación. Murió joven, con 47 años, y dejó tras de sà una obra inédita inmensa que todavÃa da que hablar.
Goizalde Landabaso