Biodiscografías es la última colección de relatos de Iban Zaldua y el primer libro que yo he leído con cascos y acompañada por un listado de canciones del Spotify. La razón de esta novedad reside en que todas las historias de este volumen publicado por Páginas de Espuma parten de alguno de los discos que suele escuchar el escritor donostiarra. Su selección va desde Pink Floyd a Radiohead, desde el tecno de los New Order hasta la languidez pop de Los Planetas, desde The Beatles hasta Itoiz o Hertzainak.
En Biodiscografías se mezcla la ficción con la realidad, una realidad tan increíble como la que explica el origen de la canción Smoke on the water o la triste historia de Syd Barrett. Pero lo que suena cuando soltamos la aguja sobre los surcos de este libro no es otra cosa que la vida: relaciones familiares, viejos amores, divorcios, custodias compartidas, enfermedad, decepciones, auge, declive y mucha melancolía. “The sound es uno de mis grupos favoritos, de esos que revelan solo con mencionarlos, lo lejos que ha quedado la juventud de uno”, leemos.
Muchos de los cuentos están narrados en primera persona, en un estilo confidencial, o en segunda, con lo que si no nos sentimos cómplices nos sentimos testigos y siempre partícipes. Los relatos son vertiginosos y demuestran que Zaldua es poderosísimo con los diálogos, algo que, por otro lado, ya sabíamos, y muy hábil con la elección de los puntos de vista y con los cierres.
Entre otras cosas, en estas biodiscografías se rinde homenaje a una forma de escuchar música que ya se ha perdido. Ahora tenemos todo muy a mano, pero antes costaba mucho más hacerse con un disco, tal y como se aprecia en el siguiente extracto: “No conocía a nadie que tuviera el elepé original y aunque en aquella época habíamos conseguido ya grabar de cinta a cinta –conectando de una forma bastante rudimentaria, dos pletinas al amplificador- la calidad del sonido resultante no era muy buena”, leemos. En este libro están presentes los elepés, las cintas Sony, los radiocasetes, los mp4, los cedés, el Spotify, el Ipod. “La era del youtube es cruel”, dice uno de los personajes, y es verdad, que en más de un sentido, lo es.
Como casi no podía ser de otra manera, también tienen protagonismo en Biodiscografias míticos conciertos que nunca se celebraron, como aquel que The Smiths no llegó a dar en Donostia en 1985, o los actuales macroconciertos, como el de Benicasim, por el que se pasea la vieja y destartalada amistad del cuento Hacia el festival.
Pero en definitiva, lo que Zaldua logra en Biodiscografías es retratar una época, revivir unos años (los del bar Tanit, los de la tienda de discos Xaribari), a los que les da relieve no solo musical sino también sociopolítico y, sobre todo, emocional. De ahí emana la nostalgia. Sin embargo, el libro es también divertido porque está presente la tan característica ironía del autor. Hay incluso un par de cuentos en los que se da traslado de las reacciones que terceros tienen al leer alguno de estos cuentos y que me han parecido especialmente divertidos en sus planteamientos porque desde el humor y la autoparodia estiran los límites de la ficción y de la autoficción. Hay incluso un relato en el que el propio Iban Zaldua recibe una carta de un viejo amigo que le reprocha que las cosas no son como las cuenta en la historia que se centra en The Smiths; solo diré que el trasunto del autor no sale bien parado.
En todo caso, Biodiscografias es un recorrido que nos lleva desde aquellos tiempos de las grabaciones artesanales hasta la era del streaming y la sobreinformación; una era para la que, a pesar de tanto avance tecnológico, no hay más tecla rewind que valga que libros tan deliciosos como este Biodiscografías.
Txani Rodríguez
