Los misterios cuasi sobrenaturales de John Verdon

John Verdon se dedicó con entusiasmo a la publicidad durante muchos años y cuando se jubiló decidió escribir una novela. Se titulaba Sé lo que estás pensando y en ella se presentaba a un policía retirado que se marchaba al campo en compañía de su esposa donde ve su descanso sistemáticamente alterado por problemas ajenos aparentemente irresolubles. Piensen ustedes por ejemplo en El misterio del cuarto amarillo, en quién ha podido matar al único ocupante de la habitación cerrada por dentro. Verdon dirá que su referencia es Sherlock Holmes y, en concreto El perro de los Baskerville. Como estos misterios siempre resultan atractivos y precisan de personajes excepcionales para desentrañarlos, el éxito surgió naturalmente. Tampoco conviene olvidar que esta fórmula tan añeja había desparecido de la producción actual de la novela criminal y para muchos lectores resultó un descubrimiento. Cuando el éxito acompaña hay que seguir adelante por el mismo camino y así llegaron No abras los ojos, Deja en paz al diablo y No confíes en Peter Pan.

Y ahora Controlaré tus sueños, en la que David y Madeleine Gurney, los habituales protagonistas de la serie, van a irse de vacaciones. VLIBRO Controlare tus sueñosiven en las Catskill, pero han decidió visitar las Adirondacks, gente campestre visitando montañas en lugar de irse a la playa, vaya. Pero entonces aparece un amigo de Dave y le dice que ocurren cosas muy raras en la zona. Resulta que cuatro personas se han suicidado de la misma forma tras tener espantosas pesadillas, también las mismas, aparentemente producidas por las sesiones con un conocido psicoanalista. Así que le pide que eche un vistazo. El detective se pone a la tarea con la aprobación de su mujer que antes siempre había manifestado cierta aversión a las andanzas de su marido. La razón, pronto la descubriremos, tiene que ver con su pasado, es decir que Madeleine pasa a formar parte activa de la trama, cosa que antes había sido muy relativa. Bueno, les ahorro el resto de la historia porque ustedes ya imaginarán que nuestro intrépido investigador se pondrá a la tarea y tras múltiples dificultades y peligros descubrirá el misterio que se oculta tras esas muertes.

Verdon tiene tomada la distancia a sus personajes, a los habituales y hasta a los propios de cada título, y narra con soltura, de ahí que resulte tremendamente atractivo para los lectores de novela policiaca, que no negra como anuncian esas frases laudatorias que siempre se incluyen en las portadas de los libros. En un caso que presenta pistas casi sobrenaturales, los giros del guión tienen que tender a la sorpresa y Verdon cumple sobradamente añadiendo giros inesperados. Luego, naturalmente las explicaciones resultarán racionales. Comentar el quinto libro de una serie tiene inconvenientes. Los que han leído los anteriores están contentos con el estilo del autor y no van a dejarlo porque el crítico haya dicho que se repite. Los que no lo conocen quizá piensen que no se van a poner a seguir a alguien que tiene ya tantos escritos a la espalda, pero si les digo que esos cuatro libros anteriores están ya en edición de bolsillo y que eso abarata bastante el producto espero que se atrevan con ello. Y es que, después de todo, si se trata de pasar un rato entretenido, pocos escritores lo hacen tan bien como John Verdon.

Félix Linares

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