Lo primero que llama la atención del cómic que hoy nos ocupa es el título, El asesino que se merece, tan sugerente como necesitado de explicaciones. ¿Quién se merece un asesino? y, sobre todo, ¿por qué? En busca de respuestas nos sumergimos en la lectura de esta serie que nos lleva a la Viena de 1.900, una de las grandes ciudades de la Europa del momento, donde convivían la riqueza y la opulencia y la miseria más descarnada. Este es el escenario elegido por el excelente guionista francés Wilfred Lupano para ubicar una trama inquietante, el perverso plan de dos vividores, Alec, un rico aristócrata, y Klement, su compañero de parranda que, durante una tarde de escándalos y borrachera, deciden crear una “obra de arte viva“, moldear a una persona joven e inocente hasta convertirla en un criminal, ni más ni menos que “el asesino que la sociedad merece“.

Y pronto encuentran a su víctima, Víctor, un adolescente de familia humilde, al que su padre da brutales palizas y que observa con envidia los lujos de los que disfruta una clase social a la que nunca podrá acceder. En un alarde de vileza y sin tener en cuenta las consecuencias de sus actos, los dos vividores convencen a Victor para que entre con ellos al mejor burdel de Viena, y allí le dejan en los brazos de Mathilde, una bella prostituta que se convertirá en la obsesión de nuestro joven protagonista. Durante varios días, Víctor vive una vida de lujo, con todos los gastos pagados en el burdel, aunque en su casa siguen imperando la pobreza y las palizas. Y entonces llega el momento de máxima crueldad, el instante en el que el aristócrata Alec cierra el grifo y Víctor ya no puede volver a los brazos de Mathilde.

El efecto es el mismo que cuando a un drogadicto le quitas la heroína, el joven se ve invadido por la impotencia y la desesperación, la ira crece en su interior y el único camino que se le abre es el de la violencia, para vengarse y para conseguir el dinero que le permitirá comprar lujos y placeres. Y de esta forma se desencadena un drama que transcurre ante los asombrados ojos del lector gracias a los magníficos dibujos de Yannick Corboz, un autor de trazo firme y ágil a la vez, que va perfeccionando a medida que pasan las páginas y que nos sumerge en el universo de Viena, capital del Imperio Austro-Húngaro, cuyas tensiones provocarán la Primera Guerra Mundial y donde germinó la terrible semilla del odio a los judíos, que años más tarde derivará en una de las mayores tragedias de la historia de la humanidad.

No os perdáis El asesino que se merece, una de las mejores series que se pueden leer ahora mismo y cuyos dos primeros capítulos se incluyen en un integral publicado por Yermo Ediciones con la gran calidad que acostumbra esta editorial.

Iñaki Calvo