Gotzon Barandiaran: a la curación por el secuestro

Arantza Ojanguren es una reputada fotógrafa de guerra que publica en los medios de comunicación más importantes del mundo, que ha recibido importantes premios, que no tiene arraigo familiar y que no ha conseguido ahorrar nada durante su brillante carrera profesional. Un glaucoma puede dejarla ciega y, por tanto, sin posibilidad de seguir apretando el objetivo de su cámara. Bittor Larralde es un taxista a quien le han diagnosticado la enfermedad de Huntington que tiene entre sus síntomas la irritabilidad, la impaciencia y la psicosis. Arantza y Bittor se conocen en un taxi semanas antes de que Zack Vicente, un eminente neuropsiquiatra, catedrático de Harvard, asesor de las administraciones de Bush, Clinton y Obama, visite Bilbao. El científico tiene previsto revelar en un congreso en el BECLIBRO Gidariaren okerra las importantes conclusiones que él y su equipo de investigadores han obtenido tras años de trabajo. Sin embargo, el taxista, Bittor Larralde, tiene otros planes: quiere secuestrar a la eminencia porque asegura que es la única persona en el mundo que podría curarle. Y desea que Arantza Ojanguren, a quien ofrece una importante suma de dinero, documente el proceso.

Un hotel situado en la margen izquierda, el Nardi, será la sede de operaciones y pronto se sumarán a esa misión un tanto disparatada otros personajes como Saioa, sobrina del taxista; Fidel Imaz, un chófer, o Flavia, una joven brasileña. Por tanto, Gidariaren okerra es la historia de un secuestro: su gestación. La novela, cercana al género negro y muy actual (aparece ya por ejemplo la guerra de Siria) aborda también las motivaciones que llevan a unos y otros personajes a actuar en determinadas direcciones, a confundir intereses, a ofrecer distintas versiones de los mismos acontecimientos.

La novela arranca con el deseo, el propósito de Arantza Ojanguren, de hacer memoria, de reestructurar una historia, la del secuestro, y su papel en el mismo. Solo conoce los acontecimientos desde su punto de vista y tendrá que reorganizar un puzle complejo. Y no es tarea fácil porque a menudo resulta difícil deslindar la verdad de la mentira, la realidad del ensoñamiento.

Gidariaren okerra, que combina la narración en primera persona con largas secuencias de diálogos, es la segunda novela del escritor de Larrabetzu Gotzon Barandiaran, que ya había publicado también dos libros de poesía.

Txani Rodríguez

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