El comictario. Recuperando al genial Alex Toth

Como uno ya tiene sus años, algunos de los mejores recuerdos de infancia y juventud le vienen de la lectura de dos fantásticas revistas de cómics de terror, Vampus y Rufus, la versión en castellano de las míticas cabeceras estadounidenses Creepy y Eerie, publicadas por el editor James Warren entre 1964 y 1983. Por sus páginas desfilaron muchos de los mejores dibujantes y guionistas de la historia, como Neal Adams, Gray Morrow, Archie Goodwin, Steve Ditko, Frank Frazetta, Al Williamson, Gene Colan o Alex Toth. Todos auténticos genios que encontraron en las revistas Warren la posibilidad de demostrar su arte, aunque fuera en relatos breves y con temática reducida al terror y la ciencia ficción. Y todo debido a la censura impuesta por el Comic Code, que trataba de proteger la moral de niños y adoleCOMIC Creepy Alex Tothscentes frente a los “peligros” de los cómic-books.

Fuera del control de ese organismo censor, porque se trataba de revistas mensuales en blanco y negro, Creepy y Eerie se convirtieron en un auténtico éxito que se prolongó hasta 1983. Ese año, las dos revistas cerraron, pero las brasas del buen fuego nunca se apagan y han seguido vivas desde entonces a través de reediciones. La última y más completa ha corrido a cargo de la editorial estadounidense Dark Horse, y los tomos recopilatorios de ambas cabeceras los ha publicado en castellano Planeta Cómic. Y ahora, tras rescatar esos cómics inolvidables, les está tocando el turno a volúmenes de autores concretos. Después de los dedicados a Richard Corben y Bernie Wrightson, dos auténticas “delicatessen”, llega el tomo de Alex Toth, otro gigante del noveno arte que para los menores de 30 años va a ser un auténtico descubrimiento.

De Alex Toth destaca su absoluto dominio del dibujo y la composición de página, su habilidad para romper la viñeta y para integrar las onomatopeyas en la ilustración. Tenía la capacidad de usar tanto la línea clara como el sombreado y era un auténtico maestro a la hora de dar expresividad a los rostros, caras demudadas por la tensión, la angustia y el terror. Y todo resumido en historias breves, de apenas ocho páginas, escritas por él mismo o por extraordinarios guionistas. Decir, como anécdota, que Alex Toth fue contratado en 1981 por el editor catalán Josep Toutain para dibujar la serie Torpedo 1936, con guiones de Enrique Sánchez Abulí. Después de sólo dos capítulos, presentó su dimisión, porque las historias del hampón Luca Torelli le parecían demasiado salvajes. Alex Toth falleció en 2006 pero, como suele decirse en estos casos, su arte, sus cómics, vivirán para siempre. No os lo perdáis.

Iñaki Calvo

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