El protagonista de esta novela, que reside en Londres, recibe una llamada de su padre, que vive en Suecia, en la que le dice que su madre está mal y que la han internado. Nuestro héroe se pregunta qué puede hacer, piensa en su escaso presupuesto que será alterado severamente si tiene que viajar y en algunos secretos que no comparte con sus padres y que pueden ser inconvenientes. A la mañana siguiente recibe otra llamada de su padre, su madre se ha escapado. Y un mensaje de ella solo con su nombre, y después la noticia de que su madre viene a visitarle. Esto solo en las electrizantes primeras páginas de La granja. Su madre llega, tranquilos no iremos mas allá y le empieza a contar una historia, su padre le llama otra vez y le dice que no le haga caso, que está trastornada y que ya está él en camino para solucionarlo todo. El protagonista tendrá que decidir quién dice la verdad en este jaleo.

Bien, pues este es el escenario, la historia central es la que narra la madre perdida en un terreno fantasmal donde todo parece ponerse en su contra. Tom Rob Smith ya había triunfado con El niño 44, su primera novela que tuvo el dudoso honor de ser adaptada al cine en una película prescindible, un relato sobre un asesino de niños en tiempos de Stalin. Y continuó su carrera con La granja, una historia totalmente diferente, esta aventura de un personaje que, de alguna manera se parece mucho a él, ya que ambos son hijos de madres suecas. La de la novela cree reencontrarse con su pasado regresando a Suecia, un lugar idealizado y que esconde una pesadilla. Smith estructura fantásticamente la narración en capítulos muy breves donde la madre toma la voz protagonista consiguiendo avanzar en cada uno de ellos, dando giros inesperados, zigzagueando entre posibilidades, siguiendo casi el esquema del best-seller que obliga a continuas sorpresas. Pero vamos a pensar que el autor simplemente está obligado a ir quitando las capas de la cebolla que envuelven el secreto mientras el lector va tomando partido a la luz de las declaraciones de la mujer y las evidencias de su trastorno.

Lo hace bien este hombre, inventa cosas interesantes, las cuenta bien, dosifica el suspense, compromete al lector. Quizá La granja no sea esa obra maestra que va a cambiar tu vida, eso solo lo hacen los libros de autoayuda, pero te va a proporcionar unos buenos ratos de interesante lectura. Yo, la verdad tampoco pido mucho mas, bueno, quizá una traducción un poco mas esforzada dejaría mejor este volumen que confirma que Tom Rob Smith es un autor a tener en cuenta. Lo bueno es que esta novela está escrita hace dos años, seguro que ya tiene un nuevo título para publicar.

Félix Linares